Imagina que en Norte de Santander, de cada 100 personas, 43 están enfrentando una dura batalla económica. Es como si en cada dos casas de tu barrio, una estuviera luchando para cubrir lo más básico: comida, vivienda, salud.

De acuerdo con el DANE (2023), el 43% de los habitantes de Norte de Santander se encuentra por debajo de la línea de pobreza. Esto significa que, de los 1,350,000 ciudadanos del departamento, alrededor de 580,500 viven en condiciones muy difíciles. Este número equivale a cerca de 145,000 hogares en apuros. ¿Cómo llegamos a esta situación?

Para entender esta realidad, podemos recurrir a las ideas del libro "Por qué fracasan las naciones: Los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza" de Daron Acemoglu y James A. Robinson. Los autores exploran cómo las instituciones políticas y económicas influyen en el éxito o fracaso de las naciones.

Ellos argumentan que las instituciones inclusivas, que permiten la participación equitativa y ofrecen acceso a oportunidades económicas para todos, son fundamentales para el desarrollo y la prosperidad. Por el contrario, las instituciones extractivas concentran el poder y los recursos en unas pocas manos, limitando el crecimiento económico y perpetuando la pobreza.

Aplicando estas ideas a Norte de Santander, más que verdades, que no tengo ni pretendo con esta opinión, quisiera dejar preguntas para que cada uno en su pensamiento identifique posibles respuestas:

¿En Norte de Santander, las instituciones promueven la participación equitativa cuando el poder y los recursos están concentrados en unas pocas personas o grupos?

¿Tenemos instituciones extractivas que restringen la participación ciudadana en la toma de decisiones importantes y en el acceso a servicios básicos?

¿Los empresarios y trabajadores de nuestro departamento tienen incentivos para innovar o mejorar su productividad? Si los tenemos ¿los beneficios de sus esfuerzos van a parar a unas pocas personas o a las mayorías que participaron?

¿Las instituciones están asociadas con los grupos y organizaciones que provocan la inseguridad y el conflicto? ¿La violencia y el conflicto armado han afectado negativamente la estabilidad económica y social en Norte de Santander, complicando aún más la situación?

¿Qué se puede hacer para mejorar esta situación? Para enfrentar estos desafíos, es crucial desarrollar instituciones inclusivas que promuevan una participación equitativa en la economía y la política. Esto incluye invertir en infraestructura, educación y servicios básicos, y crear mecanismos que aseguren una mayor participación ciudadana.

¿Cómo hacemos para sacar 580.500 personas de la pobreza en Norte de Santander? ¿Estamos transitando en esa dirección?; ¿qué papel juega la comunidad, el Estado en sus distintos niveles, el sector privado y el propio individuo para lograr esa causa común?

Es decir, según "Por qué fracasan las naciones", la calidad de las instituciones es fundamental para el desarrollo económico y la prosperidad. En Norte de Santander, la alta tasa de pobreza podría estar relacionada con la presencia de instituciones extractivas que limitan el acceso equitativo a oportunidades económicas.

Para mejorar la situación, es esencial promover instituciones inclusivas que garanticen una distribución más justa de los recursos y oportunidades, y que fomenten una inversión significativa en áreas clave para el desarrollo regional.

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