En el esquema de seguros de Hidroituango hay una póliza clave que ha movido titulares desde la emergencia que tuvo en jaque al mayor proyecto hidroeléctrico del país en abril de 2018. Es la póliza conocida como todo riesgo construcción y montaje, la cual tiene cobertura de daños materiales de infraestructura y equipos hasta por 2.550 millones de dólares, con un deducible de 1 millón de dólares.
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En septiembre de 2019, la aseguradora Mapfre emitió una nota de cobertura para cubrir los daños, es decir, confirmó que las causas de la emergencia estaban dentro de la cobertura de la póliza.
Hasta ahora, EPM ha recibido 350 millones de dólares: 150 millones de dólares en diciembre de 2019; 100 millones de dólares en septiembre de 2020; y otros 100 millones de dólares en agosto de 2021.
Sin embargo, dicha póliza para hechos posteriores venció el 31 de marzo de 2021 y desde entonces la megaobra se construye sin esa cobertura. El gerente de EPM, Jorge Andrés Carrillo Cardoso, explicó ayer que como el proyecto está siniestrado, es decir, ya se reclamó por la ocurrencia de uno de los hechos asegurados, cada vez es más costoso volver a conseguir la póliza.
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“EPM tiene una gestión del riesgo que nos ha permitido avanzar sin que eso sea un problema. Seguimos en ejecución continua”, expresó.