Authored by
~
Brasilia vivió durante los últimos días el arribo de los aficionados colombianos, la mayoría provenientes de Belo Horizonte.~
Brasilia vivió durante los últimos días el arribo de los aficionados colombianos, la mayoría provenientes de Belo Horizonte.
Hoy, la capital de Brasil está llena de amarillo, pero del tono colombiano.
Algunos tuvieron la suerte de conseguir pasajes aéreos para llegar a la ciudad que se encuentra en la parte central del país. Otros se aventuraron a recorrer por carretera los 735 kilómetros que la separan de Belo Horizonte, donde se escenificó el primer juego donde los colombianos derrotaron a los griegos.
Esta travesía la cumplieron numerosos cucuteños que hoy esperan el pitazo inicial del partido entre Colombia y Costa de Marfil, a las 11:00 de la mañana.
Tienen cuatro días de estar en Brasilia y no encuentran palabras para describir la fabulosa aventura que ha sido el viaje al Mundial.
Luis David Jiménez es uno de los cucuteños que vive en carne propia la fiebre mundialista. Su emoción se nota a la hora de hablar. Cuenta que desde ayer alistaba su atuendo para acompañar hoy al seleccionado colombiano.
“Estamos felices. Cuando vamos por la calle, los brasileños nos muestran su admiración luego de ver cómo jugó el equipo. Nos dicen que somos fuertes”, dice el hincha nacido en Cúcuta.
Colombianos, los más alegres
Sin duda, la fiesta colombiana no solo se vive durante el juego. Cada día en Brasilia la afluencia de fanáticos colombianos crece y es fácil de identificar.
Salen a la calle en grupos y siempre visten la camiseta de Colombia, sin importar que la selección no juegue ese día.
Por eso, turistas de otros países buscan tomarse fotografías con ellos cada vez que se los encuentran en cualquier sitio de la ciudad.
Otro es el panorama para las colombianas. Por estos días son las más asediadas por los europeos. “Aquí no pueden ver a una colombiana porque de inmediato se le van encima”, comenta Luis David Jiménez.
“El cucuteño, el que más grita y hace bulla”
En las calles de Brasilia, los cucuteños le hacen competencia a los costeños.
Son los más bulliciosos y con su acento fuerte se hacen fáciles de identificar.
También, en un grupo de cucuteños, uno de ellos siempre lleva alguna prenda que lo identifica con los colores rojo y negro.
“Nos hemos encontrado con muchos cucuteños. Apenas los escuchamos hablar tenemos claro que son paisanos”, recordó David.
Brasilia vivió durante los últimos días el arribo de los aficionados colombianos, la mayoría provenientes de Belo Horizonte.~
Brasilia vivió durante los últimos días el arribo de los aficionados colombianos, la mayoría provenientes de Belo Horizonte.
Hoy, la capital de Brasil está llena de amarillo, pero del tono colombiano.
Algunos tuvieron la suerte de conseguir pasajes aéreos para llegar a la ciudad que se encuentra en la parte central del país. Otros se aventuraron a recorrer por carretera los 735 kilómetros que la separan de Belo Horizonte, donde se escenificó el primer juego donde los colombianos derrotaron a los griegos.
Esta travesía la cumplieron numerosos cucuteños que hoy esperan el pitazo inicial del partido entre Colombia y Costa de Marfil, a las 11:00 de la mañana.
Tienen cuatro días de estar en Brasilia y no encuentran palabras para describir la fabulosa aventura que ha sido el viaje al Mundial.
Luis David Jiménez es uno de los cucuteños que vive en carne propia la fiebre mundialista. Su emoción se nota a la hora de hablar. Cuenta que desde ayer alistaba su atuendo para acompañar hoy al seleccionado colombiano.
“Estamos felices. Cuando vamos por la calle, los brasileños nos muestran su admiración luego de ver cómo jugó el equipo. Nos dicen que somos fuertes”, dice el hincha nacido en Cúcuta.
Colombianos, los más alegres
Sin duda, la fiesta colombiana no solo se vive durante el juego. Cada día en Brasilia la afluencia de fanáticos colombianos crece y es fácil de identificar.
Salen a la calle en grupos y siempre visten la camiseta de Colombia, sin importar que la selección no juegue ese día.
Por eso, turistas de otros países buscan tomarse fotografías con ellos cada vez que se los encuentran en cualquier sitio de la ciudad.
Otro es el panorama para las colombianas. Por estos días son las más asediadas por los europeos. “Aquí no pueden ver a una colombiana porque de inmediato se le van encima”, comenta Luis David Jiménez.
“El cucuteño, el que más grita y hace bulla”
En las calles de Brasilia, los cucuteños le hacen competencia a los costeños.
Son los más bulliciosos y con su acento fuerte se hacen fáciles de identificar.
También, en un grupo de cucuteños, uno de ellos siempre lleva alguna prenda que lo identifica con los colores rojo y negro.
“Nos hemos encontrado con muchos cucuteños. Apenas los escuchamos hablar tenemos claro que son paisanos”, recordó David.
