En Cúcuta se puso de moda la palabra concesión; hoy esta en boca de todos los ciudadanos, pero desafortunadamente no de la manera correcta, pues pareciera que esta legitima figura contractual la desdibujaron para convertirla en una forma de enriquecer a unos pocos en detrimento de todos. La razón de ser de esta figura no era otra que buscar empresas del sector privado, con musculo financiero y capacidad técnica, para desarrollar actividades que el Estado por descuido o falta de capacidad, no estaba desarrollando de manera adecuada. 

En nuestra ciudad pasa todo lo contrario, el particular no hace las cosas mejor que el Estado y cobra sumas de dinero astronómicas, lesionando la integridad del colectivo y, lo que es peor en muchos casos privando a los ciudadanos de la posibilidad de usufructuar los bienes de uso común. En el pasado ya hemos manifestado nuestro rechazo a la privatización de espacios públicos como las canchas sintéticas, que además de ser un lucrativo negocio entregado a unos particulares, se ha convertido en el generador de tanta violencia en los barrios, pues los jóvenes en vez de estar jugando y divirtiéndose sanamente, como lo hicimos nosotros, deambulan por las calles siendo presa del ocio que es mal consejero.

Ahora se cierne una amenaza mayor, la posibilidad de concesionar los parques de la ciudad. Una de las necesidades más sentidas de los cucuteños la constituye, la falta de espacios de recreación y deporte o esparcimiento cultural, dada la alta concentración poblacional de nuestro casco urbano. Esta circunstancia está dejando al descubierto una problemática social que afecta a nuestros jóvenes quienes son presa fácil de las bandas delincuenciales dedicadas al microtráfico de estupefacientes. Nuestros jóvenes están siendo instrumentalizados por estos facinerosos que los incorporan a sus acciones delictivas o en su defecto los convierte en adictos para su provecho personal.

Los parques no son obras suntuosas de ciudad, son la posibilidad de disfrute del tiempo libre de las familias cucuteñas y un punto de encuentro entre ciudadanos.  En los parques debe desarrollarse de manera guiada y permanente, actividades de tipo deportivo y cultural para que los cucuteños puedan volver a disfrutar de los espacios públicos y no permitir a unos cuantos desadaptados que los usan para otros fines, se adueñen de ellos. No toca como ciudadanos luchar contra daciones como la de la Corte Constitucional, que prefirió proteger el derecho al libre desarrollo de la personalidad de los consumidores de estupefacientes, por encima del derecho de los niños y niñas de disfrutar de un ambiente sano y ahora quieren limitar su acceso concesionando los parques, eso hace que los ciudadanos cada vez estemos mas encerrados en nuestras casas.

No podemos seguir feriando los bienes públicos, debemos salir a defender lo que es nuestro, pues de seguir así, tendremos que pagar para usar el anden de la cuadra de nuestra casa, porque poco a poco todo será entregado en concesión. Los cucuteños no podemos permitir que se sigan concesionando los espacios públicos. Donde quedo la responsabilidad social empresarial?, donde están los filántropos de otrora?, creo que nos falta solidaridad con la ciudad y creatividad, para buscar alternativas para nuestros parques.