El domingo antepasado, 27 de septiembre, en horas de la tarde, asistí puntual a una cita con el doctor Carlos Arturo Andrade Fajardo en su sede alterna del tradicional barrio Latino, donde haría presentación de sus líderes para la liza electoral del próximo 25 de octubre; y fue tan grata mi impresión por el crecimiento de ese contingente de luchadores que no desmayarán hasta ver a nuestro portaestandarte como concejal de Cúcuta, por el Movimiento Autoridades Indígenas de Colombia –AICO-, luego de un receso inmerecido de varios periodos.
No tanto inmerecido para él, para el doctor Carlos Arturo Andrade Fajardo, sino que es la ciudad la que no se merece que una persona que puede aportar sus luces para una recta administración desde el Concejo municipal, el constituyente primario no le haya dado la oportunidad de seguirlo representando con dignidad, talento y conocimiento académico y administrativo.
Pero el próximo 25 de octubre existe la oportunidad de corregir este error de las bases, porque lo que se nos viene encima no es de poca monta –posconflicto, búsqueda afanosa de un nuevo modelo económico para la frontera, aumento de informalidad, deuda pública y todo aquello que el expresidente Belisario Betancur llama “causas objetivas” de nuestros conflictos sociales- y la ciudad no puede darse el lujo de ignorar el proyecto político de Carlos Arturo Andrade Fajardo que desde su curul en el Cabildo puede marcar derroteros, porque tiempo ha que en el Ayuntamiento dejó una estela de prestigio académico, proyectos de Acuerdo en defensa de los intereses de las clases menos favorecidas, intervenciones para impedir que a las mismas les impusieran tributos ruinosos.
La idea ahora es continuar por la misma senda.
Una vez posesionado Juan Manuel Santos como presidente de la República nos dio la bienvenida con un reajuste desproporcionado, injusto y desconsiderado del impuesto predial, que nadie pudo atajar. Entonces los juristas hablaron de demandas, contencioso administrativo, magistrados, nueva ley en el Congreso y no pasó nada.
Como el Concejo tiene margen de maniobra, a partir del próximo 01 de enero de 2016, habiendo recuperado el doctor Carlos Arturo Andrade Fajardo su curul en el Concejo de Cúcuta, volveremos a respirar aire fresco, porque una persona que sabe del tema –hacienda pública, impuestos, predial, etc.- nos representará a todos, a todos, porque en él no cabe el egoísmo y luchará por tarifas justas en el impuesto predial.
No olvidemos que con este impuesto “se siente nuevamente pasos de animal grande”, como decía el locutor Marcos Pérez Caicedo, allá en Barranquilla, y tenemos la obligación de ubicar en el Concejo de Cúcuta una persona que conozca el tema y nos defienda con ardentía de quienes descaradamente de nuevo quieren meternos la mano al bolsillo. Entonces marcaremos al Concejo de Cúcuta: AICO – 19.