El futuro del país y de nuestra ciudad está en los jóvenes, debemos hacer lo necesario para brindarles todas las oportunidades para que pueden asumir el relevo generacional que les corresponde de manera adecuada.  No se trata solo de un acceso adecuado a la universidad o formación en competencias, pues ello solo permitedesarrollarse individualmente y resolver el tema puntual de subsistencia, se trata de su proyecto de vida.

Las familias ven año tras año amenazada la posibilidad de que sus hijos estudien, por falta de oferta en pregrado o por temas económicos. Cientos de padres se ven avocados a buscar trabajo para sus hijos por no contar con un adecuado acceso a la educación, y eso, ya es una verdadera tragedia familiar y social. Este es un primer debate público que debemos dar para que exista la inversión necesaria para atender la creciente demanda de jóvenes en su etapa estudiantil.

Lo triste es que la universidad produce profesionales con conocimiento específico en determinadas competencias, pero no forma ciudadanos, no forma padres de familia, no forma personas de bien. Muchas personas se hacen profesionales  sin tener un verdadero modelo de referencia que los inspire a ser mejores personas. Por ello es necesario desde el seno de nuestro hogares, instruir de manera adecuada a nuestros jóvenes porque serán los valores y principios que nosotros enseñemos los que al final les permitirán ser buenos profesionales. Si nuestros jóvenes enarbolan la bandera de los valores ético-morales en una mano y en la otra la del profesionalismo, tendrán garantizado el éxito en sus vidas.

Se desarrolló en Cúcuta la Convención de Jóvenes R21 “Influyentes el Génesis”, en el auditorio del Centro Cristiano Los Pinos, con la participación de más de 2.100 jóvenes de todas partes del país y otros países. La convención busca formar en valores y levantar una generación que considera que Cúcuta es la ciudad de la Esperanza y que son ellos los llamados a tomar la bandera del relevo generacional. Capacitadores de la talla de YokoiKenji y Sixto Porras, trajeron enseñanzas que transforman el pensamiento y la vida de los jóvenes, retándolos a ir a Más. 

Debemos replicar ejercicios de este nivel a todas las esferas de la sociedad donde nuestros jóvenes puedan recibir instrucción valiosa para su vida, cumpliendo con lo que la palabra de Dios nos enseña en el libro de los Proverbios 22:6 “Instruye al niño en su camino, y aún cuando fuere viejo no se apartará de él”.

El reto como sociedad es levantar una generación de jóvenes capaces de transformar su entorno, una generación de rectos, cimentados en valores y no solo en conocimiento, pero no forma verdaderos seres humanos. No necesitamos profesionales, necesitamos seres humanos que le aporten a la sociedad a través de su vida. Apostémole a los jóvenes para cambiar la sociedad.