Aunque parezca inverosímil, Colombia esta vendiendo los pulmones de la humanidad a cambio de las mínimas utilidades producto de la lucrativa actividad minera de extracción de oro de nuestro país. 

No estamos frente a la eterna discusión entre ambientalista y mineros, de si debemos o no permitir la explotación minera en detrimento de los recursos naturales; creo que esa discusión la ha ido perdiendo el ambiente y la ha ganado la minería con el concepto de desarrollo sostenible. 

Gracias a ello, Norte de Santander, sigue vendiendo los riñones con la exportación de recursos naturales no renovables, los cuales se acabarán y dejarán sumida en una crisis peor a la región, de la que actualmente afrontamos.

Lo que parece a todas luces  increíble es que ahora no solo vendamos los riñones, sino que encimemos los pulmones. 

Los páramos son vitales para la existencia, pues se constituyen en ecosistemas indispensables para mantener los ciclos del agua, ya que permiten la transformación de la neblina en recurso hídrico, que a su vez genera el nacimiento de ríos y, por ende, el abastecimiento para consumo humano.

Los árabes puede hacer con su dinero lo que quieran y si les place volver el desierto una pista de hielo, lo pueden hacer tranquilamente, porque con eso no se daña al planeta. Pero venir a sustraer de las entrañas del páramo el oro, significa acabar con un ecosistema paramuno prodigioso, del cual Colombia posee el 48% del planeta y Santurbán es uno de los mas importantes del país.

Solo a un mentecato se le ocurriría negociar nuestros páramos, que son claves en la mitigación al cambio climático. Ayudan a la captura de carbono y son reguladores del proceso de calentamiento global.  Parece inverosímil, pero en el país del Sagrado Corazón cualquier cosa puede pasar. 

Es hora que el pueblo nortesantandereano se una por algo. Creo que al fin una causa común nos puede unir, la defensa del agua de nuestro departamento y los pulmones de la humanidad.

¡El agua no se vende! ¡Nuestro páramo no se vende! Debemos todos pregonar a una, como en Fuenteovejuna. Deberiamos salir a la defensa de nuestro tesoro regional, el páramo de Santurbán, para hacer entender a los desconsiderados dirigentes de este país, que no estamos dispuestos a dejar destruir el páramo.

Pero no podemos salir a marchar con tres letreros insignificantes. Necesitamos que la institucionalidad en pleno se levante; Gobernador, Alcaldes, Diputados, Concejales, Congresistas y el pueblo en general, porque a este gobierno los problemas de Norte de Santander no le interesan. Para la muestra, un botón, la pusilánime posición frente a la crisis que vivimos en la región.

El gobierno no trae un peso de inversión para la región y si prentende vender nuestro patrimonio ambiental.  No podemos aceptarlo. ¡Todos unidos por el agua!.