El presidente de la Corte Cosntitucional, según todas las Cortes, el Gobierno y el Legislativo se tiene que ir si o si, para “no contaminar con su bochornoso escándalo a toda la rama Judicial honorable y proba de este país, a la infalible Corte Constitucional, y a todos sus inmaculados magistrados”.
Pero, del dicho al hecho hay mucho trecho, y ese trecho se está poniendo mas escandaloso y peliagudo de lo que todos los anteriores protagonistas mencionados calcularon jamás.
La perentoria solicitud de renuncia desde todas las trincheras del poder al magistrado Pretelt ha estado acompañada de la retórica manida de respetar su presunción de inocencia, aunque desde ya y en todos los medios se le ha juzgado y condenado de entrada sin siquiera el debido proceso.
Es decir, la teoría afianzada en este país de explotar ante una noticia aparentemente escandalosa sin respetar para nada los derechos del involucrado sigue en boga, corren y dejan correr “las grabaciones de última hora” con mas “hechos dudosos” que enlodan aún mas al involucrado, y ¿de donde provienen?, ¡Oh sorpresa! De la Fiscalía espectáculo del doctor Montealegre.
Las acusaciones en si son gravísimas, pero se debe dejar actuar a los jueces naturales, o mejor no sigamos respetando la Constitución y las instituciones y apaguemos y vámonos.
Pero resulta que el acusado, juzgado y condenado de antemano por la prensa, las veedurias y la Fiscalía, tambien tiene boca y muchas cosas para decir. Y estalló el entuerto para poner en aprietos a todos, incluidos sus inmaculados compañeros de Corte, el Fiscal mismo y de pasito al Gobierno mismo, porque según todo esto, tienen muchas cosas que explicar.
Empecemos por decir que a todas luces, en las Cortes de éste pais y en particular en la mencionada, el lobby, el tráfico de influencias, los homenajes de parte de abogados interesados en tutelas que la misma Corte debe juzgar, los regalos, en resumen, la desfachatez de una Jusiticia comprada, maniatada, sobornada y direccionada resulta escandalosa e inaceptable, no solo en la figura de Pretelt, si no, en la de todos los involucrados, porque el pais lo ha aceptado y ha callado, desde las épocas de Ascencio Reyes y los viajes pagados de los togados de otra “impoluta” Corte, en ese caso la Corte Suprema de Justicia.
Sin embargo, lo de ahora supera con creces todo lo que hemos presenciado.
Pretelt en la W se despachó y de qué manera. Resumiendo y para no alargarnos, dijo mas o menos que el poder que detenta el Fiscal general de la Nación se volvió omnimodo e irrefrenable, por no renunciar desempolva un caso de despojo de tierras y llama a su esposa(la de Pretelt) a declarar, de un momento a otro, desde el sombrero sin fondo de un mago que saca conejos, dejando en el aire un pavoroso olor a persecución judicial.
Reveló que por la casa (del Fiscal) desfilan magistrados de la Constitucional para ser presionados en el sentido que ¡los guerrilleros de las Farc no pueden pagar cárcel; háganos el favor! ¿Qué es esto? ¿Cómo asi que el Fiscal abiertamente está presionando en ese sentido? Para completar devela que maneja por así decirlo “una oficina de empleos de la Rama Judicial”? ¡Oh Dios!, Que entre el diablo y escoja. Esto se configura en un escándalo de proporciones ciclónicas, lo que se inicia con una acusación al Presidente de la Corte Constitucional, nada menos y nada más que la que declara la constutucionalidad de las leyes, y la que va a tener a su cargo la constitucionalidad de la Justicia Trancisional, va a derivar en una serie de hechos que ponen en entredicho a los mas altos poderes de la Justcia en Colombia.
Y como lo dije, de paso al Gobierno Santos, le llegó la hora tambien de dar muchas y convincentes explicaciones, va a resultar muy difícil que nos traguemos el cuento que el Fiscal es independiente, y por lo menos no le está haciendo unos favores muy incómodos al proceso de paz, pero con nombre propio a las Farc. Llegó la hora de que se revele toda la verdad de éste asunto, y cuáles son las verdaderas intenciones, porque lo que se viene es insostenible, la Justicia tocó fondo, y siguió hundiéndose, la majestad que debía representar ya no existe, sus fallos y providencias están gravemente parcializadas, la independencia de los Poderes se diluyó en un mar de ambiciones personales, de intereses oscuros, de falta de objetividad jurídica, y de paso le está dando la razón a aquellos que una y otra vez aducen que se sienten perseguidos.