Paulatinamente se han ido conformando coaliciones políticas con miras a las reyertas electorales de 2022, donde parece que el común denominador es integrar la empresa o grupo electoral sin mirar otros aspectos, y los problemas surgen cuando llega el momento de escoger quién liderará el grupo, quién será su portaestandarte, porque todos son o tienen ínfulas de caciques, máxime, cuando la batalla, en lo interno, se da cuando los integrantes provienen del famoso triángulo de oro -Bogotá, Cali y Medellín-, conectados al mundo a través del puerto de Buenaventura. Desde luego que a este triángulo hay que agregarle Barranquilla, y cambia la figura. Además, las coaliciones son tierra movediza hasta el día de las inscripciones.
Tal es el caso de la Alianza por las regiones, conformada por exgobernadores y exalcaldes, sin afinidad ideológica, porque la hicieron a un lado, y su eslogan de campaña es “Pensar en la gente”. En esta Alianza están los exgobernadores Eduardo Verano de la Rosa, del Atlántico; William Villamizar Laguado, de Norte de Santander; Dilian Francisca Toro, de Valle del Cauca; Luis Pérez Hernández, de Antioquia; Carlos Eduardo Osorio Buritica, de Quindío; Dumek Turbay Paz, de Bolívar, y Alejandro “Alex” Char Chaljub, dos veces alcalde de Barranquilla. Aunque como grupo su objetivo son las presidenciales, a medida que llegan nuevos integrantes, o aun sin ellos, necesariamente surge el recelo y lo que ello conlleva. Esperemos.
En la lista de los Decentes integrada por partidos y movimientos políticos de izquierda, como el Movimiento Alternativa Indígena y Social -MAIS-; Alianza Social Independiente -ASI-, Unión Patriótica, Colombia Humana y, creo, Todos somos Colombia, de Clara López Obregón. Es la reedición de lo que en 2018 se conoció como Lista de la Decencia. No creo que sea una osadía manifestar que este grupo tiene dos inconvenientes: primero, que el señor Gustavo Petro Urrego acepta si lo admiten, de una, como candidato presidencial; y segundo, hay dos moscas en leche, Armando Benedetti Villaneda y Roy Barreras Montealegre, dos senadores que en esta agrupación deben tener resistencias que aún no han aflorado, porque se sabe que no son lo que dicen ser y tampoco se sabe a qué aspiran en la coalición en caso de salir avante. Estos dos senadores cuadran muy bien en la canción Vagabundo, de Los Tres Reyes: “Qué importa saber quién soy / ni de dónde vengo, ni por dónde voy, …”.
Mucho más llamativa es la denominada coalición de centroizquierda, donde encontramos figuras representativas como Sergio Fajardo Valderrama, Humberto de la Calle Lombana, Juan Manuel Galán Pachón, Iván Marulanda Gómez y mi coterráneo Antonio Sanguino Páez, entre otros no menos importantes. Percibo que esta coalición es algo así como una verdadera socialdemocracia, que es a lo que realmente aspira Colombia para alejarse de los extremos dañinos, donde, el del este ya cumplió su cometido, y el del oeste, ya demostró fehacientemente su fracaso estruendoso, pero insiste en la necedad con intereses torvos. Por ello, es necesario que Sergio Fajardo aclare las imputaciones que le endilgan y la Fiscalía General sea diligente y transparente.
Si observamos juiciosamente el panorama político advertiremos que hay unidades valiosas de los partidos políticos tradicionales que abandonaron el viejo caserón solariego - Galán, De la Calle, Cristo Bustos, entre otros. -, lo que indica que estas alianzas entre sectores políticamente heterogéneos desplazarán paulatinamente a las viejas casas liberal y conservadora.