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Cúcuta, 282 años
Hay en la vida de las ciudades barrios que sobreviven con el transcurso del tiempo y otros que desaparecen nominalmente porque sus nombres son cambiados por determinadas circunstancias.
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Lunes, 15 de Junio de 2015

Hay en la vida de las ciudades barrios que sobreviven con el transcurso del tiempo y otros que desaparecen nominalmente porque sus nombres son cambiados por determinadas circunstancias. En este cumpleaños de la ciudad intentaré unos apuntes sobre la misma y espero acertar:

Un ejemplo del primer caso es el tradicional barrio Callejón, al que algunos historiadores le expidieron partida de nacimiento en los días posteriores al terremoto de Cúcuta, en 1875, pero, pero por otras referencias, seguramente es mucho más antiguo. Muchas familias destacadas de la ciudad tienen su génesis en este barrio donde sus vecinos se denominan con orgullo “callejoneros”.

Otro tanto sucede con el barrio El Salado, que según otro autor, “Tomó el nombre de una laguna cristalina que estaba en los alrededores y que tenía un característico sabor salado”.

Don Julio Pérez Ferrero, quien murió en 1927, en Cúcuta, a los 76 años de edad, nos dice en su libro Conversaciones familiares, que Cúcuta ha contado de tiempo atrás con el “caserío El Salado”, entre otros. En este barrio estaba la hoy arruinada Estación del ferrocarril, patrimonio nacional desde 1994.

En el mismo texto don Julio Pérez Ferrero relacionan los barrios de Cúcuta, diez en total. De ellos me referiré a los siguientes, cuyos nombres desaparecieron:

Barrio Curazao. En el Certificado de Tradición y Libertad del Edificio Santander, en el hoy Parque Nacional, encuentro una escritura de compraventa de la Notaría Primera, donde el municipio compra en 1889 el inmueble del lugar, ubicado en el barrio Curazao. Hoy sería barrio Centro o Latino.

Barrio El Caimán. Cedo la palabra a don Guillermo Solano Benítez: “El 8 de noviembre de 1908 los vecinos del barrio El Caimán colocaron solemnemente una Santa Cruz, de madera, en el cerro que desde entonces se llamó Loma de la Santa Cruz, el mismo sitio donde cuarenta años más tarde el párroco Daniel Jordán levantó el monumento a Cristo Rey”. La denominación barrio El Caimán desapareció y algunas crónicas ubican hoy este monumento en el barrio La Cabrera y otros en el barrio Santo Domingo, por el que me inclino.

Barrio El Puente. Aún existen personas que conocieron este sector de la ciudad cuando existía el famoso puente que le daba el nombre al barrio, ubicado en la avenida cuarta con calle 18. Hoy existe en el sector la Unidad Básica Puente Barco Leones. En el libro Cúcuta a través de la fotografía encontramos la postal original.

Además de lo anterior no puedo dejar de referirme al barrio Latino. El cucuteño Guillermo Solano Benítez nos dice que a mediados del siglo pasado el barrio Latino era el mejor de Cúcuta. Era un barrio de amplias casonas con piscina, y otro autor agrega que el barrio “se formó con la ayuda de monseñor Luis Pérez Hernández, Carlos Ramírez París y Eduardo Mantilla San Miguel, pues los terrenos iban a ser tomados por familias pudientes de Cúcuta”.

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