Es increíble cómo pasa el tiempo. Cuando iniciamos el actual proceso constitucional como Concejo de Cúcuta 2016-2019 las proyecciones y expectativas eran enormes. Todos o al menos la mayoría de concejales venían con unas ideas claras para desarrollar en dicho período, teniendo como fundamento las necesidades que las distintas comunidades habían manifestado a lo largo del proceso electoral del año 2015.
Son muchas las necesidades de las comunidades y escasos los recursos del municipio para poderlas abordar. Sin embargo, ello nunca debe ser obstáculo para poderlas plantear al Alcalde de turno y así en el mejor de los casos “generar sinergias institucionales” para crear soluciones administrativas de fondo a estas problemáticas de los diferentes sectores de la ciudad.
En efecto, se trabajó un plan de desarrollo ambicioso para Cúcuta donde se establecieron como metas prioritarias los objetivos de desarrollo sostenible. Y es que no debe haber mejor plan de gobierno para un alcalde y para una corporación pública como el concejo que el desarrollo, ejecución y planificación de estos objetivos de desarrollo sostenible; metas que han sido acordadas desde el seno de las Naciones Unidas y que son compartidas por la mayoría de sociedades civilizadas del mundo, en especial de aquellas con pretensiones de ser consideradas democráticas.
Así también, en este plan de desarrollo se contemplaron diferentes obras estratégicas (más de 20) de las cuales muchas de ellas por falta de recursos van a quedar pendientes aunque otras (unas 7) van a poderse ver construidas a lo largo de este año 2019.
Lo anterior, con el esfuerzo de todos los cucuteños, contra viento y marea, pese a los coletazos de la crisis de Venezuela, con condiciones económicas difíciles, poca inversión pública y privada, informalidad y desempleo, se van a lograr construir importantes proyectos de infraestructura de diversa índole como son: la obra de la redoma del terminal donde se perfilan tres puentes para descongestionar el sector hacia Atalaya, comunicando a Cúcuta con el Zulia hacia la costa Caribe; la obra del puente en el sector de cuatro vientos donde permitiría mejorar la entrada y salida hacia la ciudadela de la Libertad; la pavimentación de la malla vial con una inversión de más de 30 mil millones de pesos en especial de las vías principales por donde circula el transporte público; la construcción de la primera etapa del parque de la vida en el sector del barrio el Contento, con la posibilidad hacia el futuro de conectar este sector con el barrio San Miguel a través de un sistema de cable especial; el realineamiento de la Avenida Gran Colombia para mejorar y recuperar el espacio público, su ornato, los andenes, la vía, y construir ciclo-rutas para incentivar el uso de la bicicleta como medio de transporte sostenible; etc.
Debe resaltarse que desde el Concejo de manera inédita en la historia institucional de Cúcuta salieron iniciativas propias de los concejales, las cuales muchas de estas aún están pendientes de aprobación o ejecución como son por ejemplo: el mínimo vital del agua, proyecto que presenté en el año 2016 para garantizar de manera progresiva este líquido vital a las poblaciones más vulnerables, en especial los estratos 1 y 2; la ejecución del acuerdo municipal de las salas amigas de la familia lactante en el sector público municipal así como incentivos para su implementación en el sector privado; el funcionamiento permanente de la mesa ciudadana de la bicicleta para proyectar el uso de la bici como medio de transporte sostenible; entre muchas otras iniciativas que trataremos de sacar adelante este último año de período constitucional.