Henrietta Fore, directora Ejecutiva de UNICEF, dijo: “Todos los días, casi 2.200 niños menores de cinco años mueren de neumonía, una enfermedad que en la mayoría de los casos se puede tratar y prevenir”, la aterradora cifra da cuenta que literalmente en el mundo mueren 2 niños por minuto por neumonía, sin embargo, no se habla de epidemia y menos aun de pandemia.
Si revisamos con detenimiento las causas actuales de mortalidad de la humanidad, nos daremos cuenta que el Coronavirus, el cual paralizó al mundo no es tan letal como las enfermedades que hemos afrontado durante años. Pese a lo anterior, por primera vez la cuarentena es para los sanos y no para los enfermos como históricamente lo han dispuesto los protocolos sanitarios de aislamiento en la humanidad. Este nuevo protocolo universal ha generado consecuencias inusitadas y deja entrever que estamos afrontando un maquiavélico plan eugenésico de los tantos que la humanidad ha tenido que soportar a lo largo de su historia.
Existen muchas razas y costumbres eugenésicas que ha tenido que soportar la humanidad, sin embargo la más llamativa y que se constituye en ejemplo permanente de esta desdeñable práctica la constituyen los espartanos que una vez nacían sus hijos, si estos tenían algún tipo de defecto los sacrificaban. La historia registra con horror un sinnúmero de ejemplos de esta práctica que ha llevado a algunos a tratar de crear la raza pura, como lo propuso el regimen nazi en 1933, promulgando la ley “para la prevención de la descendencia con enfermedades hereditarias”.
La eugenesia es un tema por demás bien escabroso y corrientes como las pro-aborto, basan el derecho a recurrir a esta práctica en razones como la que otrora utilizaran los espartanos. Las medidas diseñadas en algunos países y replicadas a nivel mundial, como es el caso de Italia, donde prohibieron la posibilidad de que personas infectadas con el Coronavirus mayores de 70 años fueran conducidos a centros asistenciales y por el contrario debían ser atendidos en casa, son claramente eugenésicas por omisión.
Hoy, cuando se hace un balance de las muertes acaecidas en tiempo de pandemia, se observa que la mayoría de las muertes se producen por la falta de atención médica prioritaria dejada de prestar a los pacientes de alto riesgo por parte de los centro de salud de algunos países o por la decisión de estos pacientes de no asistir a los centros asistenciales por temor al contagio. Pareciera que existe un plan macabro a nivel internacional que curiosamente ha dejado sin vida a pacientes diabéticos, renales y con afecciones coronarias que no recibieron atención oportuna.
Un virus que paralizó al mundo, con funestos impactos en la economía, que puso en cuarentena los sanos y no a los enfermos y que de manera colateral viene generando los decesos de los pacientes de alto costo por falta de atención médica oportuna, hace necesario revisar detenidamente las decisiones que se toman, para lograr desenmarañar las verdades ocultas del Coronavirus y otras yerbas.
