El Reino de Arabia Saudita, poseedor de las segundas reservas de petróleo más grandes del mundo, acaba de anunciar que cambiará su modelo económico para concentrarse en fuentes de energía renovables. En otras palabras, el principal exportador de petróleo busca reemplazar los tanques de crudo por granjas solares y turbinas de viento.
Esto vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de pensar en la política energética de nuestro país, en la urgencia de impulsar la economía verde y las fuentes de energía renovables, y en cómo prepararnos para la disminución de las reservas de petróleo. De acuerdo con el presidente de la ANH, las reservas solo nos alcanzan para los próximos 4,5 años.
Es necesario consolidar un diagnóstico sobre el tema; en Colombia los precios de la energía son más altos en comparación con otros países, algunas empresas son ineficientes por causa de la corrupción y, en general, los mercados están mal regulados, situación que genera problemas de competencia, malos subsidios, etc. Sin embargo, Colombia por sus condiciones geográficas y su dotación de recursos naturales renovables, tiene un potencial enorme que le permitiría focalizar bien sus recursos para atender los desafíos del sector en materia de electricidad, petróleo, gas, energías renovables, etc.
Así, por ejemplo, el alto costo de las tarifas de energía y gas en Colombia, el riesgo de sostenibilidad económica de las empresas dedicadas a este sector y la necesidad de remover los obstáculos que impiden una oferta de energía verdaderamente competitiva, son asuntos que demandan respuestas claras y propuestas concretas.
El país necesita una política industrial, que avance de la mano de la política energética, para lograr que la próxima revolución industrial se nutra de nuevas fuentes de energía. Si hacia allá apuntamos, hay tres desafíos que son fundamentales: bajar los precios y hacer la industria más competitiva, garantizar que la energía llegue a todas partes de forma sostenible y afianzar la independencia del ente ordenador para garantizar la estabilidad regulatoria y mejorar la calidad del servicio. En fin, ahora que la energía solar y eólica se convirtieron en una prioridad en la península arábiga, hay que ver las agendas de los dirigentes de nuestras latitudes para saber qué propuestas tienen para la recomposición de la matriz energética.