Con la edición especial de La Opinión del pasado domingo, conmemorativa del bicentenario del Congreso de Villa del Rosario, y los actos de mañana miércoles, con asistencia del presidente Iván Duque Márquez, concluye en la región todo lo relativo a este evento que convocó una serie de personajes regionales y nacionales. El balance es satisfactorio, aunado a la realización de la 17º Fiesta del Libro, en la Biblioteca Pública “Julio Pérez Ferrero” que, en cierta forma, hizo parte del festejo bicentenario.
El bicentenario de su instalación, el 6 de mayo del presente año, sí se celebró en el entonces Palacio de Gobierno de Colombia, hoy denominado La Bagatela, y que pronto perderá ese nombre, pues ya se lo retiraron de la parte exterior. Esta celebración se celebró con algunos actos de la alcaldía de Villa del Rosario. Habrá que volver sobre este asunto en otra ocasión.
Le siguió el bicentenario de la aprobación de la Carta el pasado 30 de agosto, continuó con el bicentenario de la posesión de Bolívar y Santander como presidente y vicepresidente, respectivamente, el pasado domingo 3 de octubre. Mañana miércoles -6 de octubre- celebramos el bicentenario de la sanción presidencial al proyecto de Constitución acordado por el Congreso constituyente, el cual fue elevado a la categoría de norma supralegal con la firma del presidente Simón Bolívar, con el sello provisional de la República y refrendado por los ministros secretarios del Despacho.
Recientemente, en columna de prensa, me detuve en la lectura y comentario del artículo primero de la Carta de 1821. Ahora quiero referirme al artículo final -el 191- del mismo Código Superior, el cual es muy diciente en muchos aspectos: 1. Reconoce que la República aún no es totalmente libre: “Cuando ya libre toda o la mayor parte de aquel territorio de la República que hoy está bajo el poder español, …”. 2. Reconoce que la Carta es “el edificio de su felicidad”. 3. Establece el término para su reforma: “de diez o más años”. 4. Manifiesta que transcurrido este término y se hayan “descubierto todos los inconvenientes o ventajas de la presente Constitución” se convocará por el Congreso una Gran Convención de Colombia, autorizada para examinarla o reformarla en su totalidad.
El primer “inconveniente” quedó al descubierto desde el principio, pues a Bolívar no le gustó la norma que disponía que si el presidente continuaba con la guerra -que era lo que él quería al sur del continente americano -las funciones presidenciales se trasladaban inmediatamente al vicepresidente. Por ello, como afirma el tratadista Iván Vila Casado, en su libro Historia del constitucionalismo colombiano: “Con notoria demora y con no poca reticencia, el libertador Simón Bolívar sancionó el 6 de octubre de 1821 la Constitución y juró defenderla”, que es lo que celebramos mañana. Lo que sigue será materia de análisis cuando se celebre el bicentenario de la Convención de Ocaña, el 9 de abril de 2028.
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La Academia de Historia de Norte de Santander -AHNS-, Caracol Radio y la Universidad Simón Bolívar, abren al público en general, a partir de hoy, a las 08:00 a.m., en la Quinta Teresa, y hasta el próximo viernes, la Exposición Bicentenario del Congreso de 1821, con documentos y libros originales que reposan en los archivos de la AHNS. Es una exposición instructiva y sin restricciones.