Llegó la hora del examen para los que están a punto de graduarse. El Icfes acaba de anunciar que el próximo mes de agosto se llevara a cabo la prueba Saber 11. Es un examen que no solo selecciona los estudiantes que pueden ingresar a la educación superior, sino que evalúa la calidad de la formación de los colegios en el país.
Los números nos muestran bajas tasas de cobertura neta en educación media, pobres resultados educativos de instituciones oficiales, ausencia de bilingüismo, amplias brechas económicas y sociales en las regiones, y un especial déficit de educación en las poblaciones rurales, indígenas y afrocolombianas.
La crisis es aún mayor: se trata de la insatisfacción de los jóvenes con la educación recibida, que es en buena parte, la razón por la que muchos de ellos abandonan el sistema educativo. La educación media en Colombia, necesita que decididamente nos comprometamos a que aprendan lo que necesitan aprender.
Para esto, es necesario que la sociedad, la familia y el Gobierno Nacional, fortalezcan su relación con los docentes, que las entidades públicas en todos los niveles, trabajen de manera coordinada con los establecimientos educativos para mejorar su gestión y superar el caos administrativo actual. Pero sobre todo, que exista un activo involucramiento del sector real con el sistema educativo.
Expertos afirman que la población egresada de la educación media, entra al mundo laboral y generalmente se ocupa en oficios de baja calificación y baja remuneración. Esa es una tendencia que debemos reversar y así vincular las necesidades del sector productivo con la formación de capital humano en el país.
La nueva arquitectura de la educación debe plantear una renovada comprensión del sentido y el propósito de la media, de los actores que participan en la definición de los contenidos de formación, y de los perfiles docentes. La educación media hoy en el mundo, asume la tarea de preparar a los jóvenes para la realización de sus proyectos de vida productiva. Por esa razón, debe desarrollar no solamente competencias cognitivas y habilidades para los oficios, sino también fortalezas socio afectivas y actitudes asertivas.
Otra función de la educación media es permitir a los jóvenes relacionarse sanamente con sus pares, explorar sus intereses, descubrir su vocación, sus talentos y desarrollar un pensamiento crítico. Estoy seguro de que estas tres propuestas en materia de educación, permitirán a muchos jóvenes que hoy no llegan a la media, hacerlo sin desertar y encontrar pertinencia frente a la demanda en habilidades y destrezas que reclama el mundo empresarial. Finalmente pero no menos importante, propongo una política que valorice socialmente en Colombia la educación técnica y tecnológica, donde están hoy las oportunidades reales de empleo.