La posibilidad del voto en blanco hacia la gobernación en las elecciones de un mes es más probable de lo que imaginamos; no es una opción fantasiosa, no es de imposible logro, es la hora del voto en blanco y más con la escandalosa contratación que esta administración acaba de hacer. Para ello, no es sino repasar las cifras de hace cuatro años. Silvano Serrano ganó con una votación de 327.377 votos, y ahí hubo una votación que es poco conocida: el voto en blanco obtuvo 108.216 votos.

Es decir, la tercera parte de los electores hace cuatro años ya mostraban su rechazo hacia lo que ha sido el manejo de la gobernación desde hace más de 15 años, el rechazo al enriquecimiento desmedido en el que han incurrido varios de sus funcionarios, a los abusos. Pero ahí no termina el análisis: hubo 75.557 votos no marcados y 22.325 votos nulos. Es decir, hubo en total, sin ninguna organización, sin ningún comité, sin publicidad alguna, 206.098 votos de protesta contra los mismos de ahora.

Estas cifras muestran una realidad muy interesante: cerca del 63% de los electores del 2019 ya estaban indignados con lo que viene sucediendo con el departamento desde hace años. Es lo que muestran las estadísticas. La indignación es muy grande, ahora es la oportunidad del voto en blanco.

Otro dato adicional. Juan Carlos García-Herreros obtuvo la segunda votación en esa oportunidad con 157.807 votos. Es decir, de lejos, fue mayor el voto protesta de hace 4 años que los de Silvano. Y ahora, según la denuncia de la W reciente, se está hablando de cerca de 80 mil millones de pesos repartidos a amigos del actual gobernador. Es un escándalo lo que siguen haciendo con el departamento.

¿Este el Norte para todos que tanto se anuncia? ¿hasta dónde van a llegar?. Con lo que está sucediendo aquí en el Norte de Santander, aquella famosa frase de Turbay de que “la corrupción hay que ajustarla a sus justas proporciones”, se quedó corta, ni siquiera ha habido una proporcionalidad en la corrupción con  lo que acaba de hacer el actual gobernador: más de 80 mil millones dilapidados, quieren arrasar con todo, como tuve oportunidad de decirlo en Caracol estos días, “Si nos descuidamos aquí se van a robar hasta el parque Santander”;  en una región en la que hoy no hay comunicación entre Cúcuta y Ocaña, con avalanchas, con muchas familias que no consumen las 3 comidas al día, con los servicios públicos que todos los días suben, sin empleo, con una frontera que no se reactiva económicamente, y aún así, sin pudor ni moral alguna, “nuestros gobernantes” le meten la mano al presupuesto en esas proporciones, y pretenden  reelegirse; mejor dicho “se mandan huevo”. Castiguémoslo en las próximas elecciones y voten en blanco, es la oportunidad. Las cifras muestran que sí es posible.

La candidatura a la gobernación del General Mora, que encarnaba mucho de esto, se cayó. Hizo el General un gran esfuerzo con valor y transparencia. No pudo seguir en el camino. Debería sumarse al voto en blanco. Es una posibilidad real como lo muestran las estadísticas.

Y vale señalar, es tanto el desconcierto que hay en el país frente a estas elecciones, en las que en muchas regiones están igual que aquí: “los mismos con las mismas”, que en el Valle del Cauca le van a apostar también al voto en blanco para la gobernación, y en el Atlántico. Con pedagogía, divulgación y entusiasmo derrotemos a los corruptos, evitemos que se pierdan como en las pasadas elecciones 97 mil votos entre no marcados y nulos; el voto en blanco puede ganar, la prueba es que hace cuatro años nadie creía que Jairo Yáñez pudiera ganar. Sí se puede, y ese es el slogan de campaña: “Es la hora del vote en blanco, no más corrupción” Les podemos ganar el 29, rescatemos nuestra dignidad.