El término "HardLanding" (aterrizaje brusco) se utiliza para describir una situación en la que una economía que ha experimentado un rápido crecimiento se desacelera de manera significativa. Esencialmente, implica una transición abrupta de un período de expansión económica a unode recesión. Después de una recuperación sobresaliente de la economía colombiana tras la pandemia, que arrojó crecimientos del PIB en 2021 y 2022 de 11% y 7.5% respectivamente, era previsible una desaceleración, un aterrizaje. Lamentablemente, el gobierno del presidente Petro viene haciendo todo para que el aterrizaje sea lo más brusco y peligroso posible.
Veamos la economía como una torta que representa la cantidad de bienes y servicios que se producen. Entre más grande sea esa torta, más bienes hay para consumir, más servicios de salud, educación o transporte, más infraestructura, más entretenimiento y en general hay más oportunidades y bienestar. Si bien es importante mejorar la forma en que se reparten las porciones, la necesidad de agrandar la torta de un país como Colombia no admite discusión. La torta de Irlanda (ajustada por población) es 6 veces más grande que la de Colombia. La de Austria o Canadá es el triple. Estudios de Fedesarrollo han estimado que de cada 5 personas que han salido de la pobreza en los últimos años en Colombia, 4 han sido gracias al crecimiento de la torta y sólo 1 gracias a una mejor distribución. Por eso no deja de sorprender la torpeza del presidente para autosabotearse y hacer todo lo posible para frenar el crecimiento económico, para frenar la disminución de la pobreza.
El último reporte trimestral del PIB ya no solo mostró desaceleración sino decrecimiento. Se empezó a encoger la torta. La producción industrial lleva 7 meses cayendo. Las ventas de vivienda caen en promedio 46% frente al año anterior. Las ventas de vehículos caen 37% en lo corrido del año. Lo más preocupante, y tal vez lo que menos se ha comentado, es la caída de 11% que viene teniendo la formación bruta de capital fijo (la inversión!), pues esta determina nuestra capacidad de producción futura.
Los resultados agregados del país son respaldados por datos locales. LaCámara de Comercio de Cúcuta le preguntó a sus afiliados si este año habían realizado inversiones como compra de maquinaria, equipos o ampliación de su capacidad productiva. 3 de cada 4 respondieron que no.
El crecimiento está íntimamente ligado a la inversión y la inversión a la confianza. Desde el empresario más grande hasta el hogar más pequeño invierten menos cuando hay más incertidumbre y eso es lo que está pasando en Colombia. Mientras el presidente cada semana juega a salvar el planeta en un país distinto y gobierna con mucha ideología y poco pragmatismo, expertos coinciden en que la incertidumbre que hoy reina en Colombia en sectores clave como el minero-energético, el de infraestructura, vivienda, salud o el mercado de capitalesal tiempo que se disparan índices de secuestros o extorsiones, han generado un ambiente de pesimismoy desconfianza que afecta la inversión.
Habrá que confiar en que la institucionalidad del país (Cortes, Banco de la República, Congreso…) ayude a que el avión en el que vamos todos no sufra mayores daños después de este difícil aterrizaje y que la mayoría de pasajeros coincidan en que para los próximos vuelos es necesario escoger un piloto que más allá de dar discursos apoteósicos en la cabina y en las nubes, sea capaz de manejar el avión.
