“Lo ilegal lo hacemos inmediatamente,
Lo Inconstitucional tarda un poco.” H. Kissinger.
Una prueba que se puede vivir sabroso dentro de la ilegalidad es el Municipio de Cúcuta. Vean que el servicio de Acueducto y alcantarillado para doscientos veinte mil usuarios o un millón trescientas personas, pasó de una cobertura del 58 al 95% con un contrato nulo, pues fue firmado en mayo de 2006, seis meses después de vencida la autorización para concesionar que le dio el Concejo al alcalde hasta el último día del 2005. Desde entonces y dentro de la ilegalidad vivimos más sabroso.
Además, todo fue fríamente calculado como decía el Chapulín Colorado, Aguas K´pital Cúcuta S A fue constituida el 21 de abril de 2006 un mes antes del referido vencimiento. Pero hoy opera otra entidad diferente; Transcivic S A y no sabemos cómo hizo. ¡Y los Concejales …ahí mirando …sabroso!
El plato traía postre, porque agregadas a la concesión, aparecieron unas 200 pilas públicas municipales, las únicas de naturaleza privada de Colombia, disfrazadas como “fundación V y C”, con Nit. 9004279 351 desde 2009, una figura del código civil que funciona en avenida primera No. 1-75 del Barrio Lleras edificio Vergel
Y como la tal fundación V y C es privada, la única en el país - ver para creer-, ni la Contraloría, ni la personería con tal pretexto ejercen sus funciones. Lo cual es absurdo, pues los subsidios son de origen público. Así, sin controles, convierten cada año, unos treinta mil millones de pesos anuales en plata de bolsillo. En otros términos, desde 2009 han metido a su bolsillo personalísimo, unos trescientos cincuenta mil millones de pesos para Vivir Sabroso ¿o no?
Recuerdo la película Su Excelencia y el discurso de Mario Moreno Cantinflas en la ONU; “Estamos peor, pero estamos mejor. porque antes estábamos bien, pero era mentira; no como ahora que estamos mal, pero es verdad“.
La ilegalidad para nosotros los cucuteños es una forma de vida. Otro día del 2021, nos dio por colocar ascensores al puente elevado del palustre. ¿recuerdan? Facilitarían subir al paso peatonal que comunicaría al barrio la Victoria con Chapinero y funcionaron un mes. Nunca supimos quien realizó la obra. La secretaría de infraestructura no da razón, ni realizó su conservación y mantenimiento. El desvalijamiento fue total y hoy es guarida de habitantes de la calle y enfermos de drogadicción. El Señor Alcalde lo sabe. El sitio Apesta y la comunidad pide la demolición. Son las vainas de la ilegalidad.
Los controles municipales presenciaron todo enmudecidos, aunque la ley les ordenaba accionar de oficio con La ley 136/94 art.154 y Art.178.1.2.3 con facultades sancionatorias, pues se trata de subsidios de origen público. Hubo delitos por omisión y las IAS … ahí mirando ¡sabroso! Son las vainas de la Ilegalidad.
Algo parecido ocurre con el contrato del Aseo concesionado aparentemente con Aseo Urbano que tenía cláusulas limitantes de la cesión accionaria y de pronto por arte de birlibirloque apareció el Veolia con todo y Nit. Una empresa diferente, falseando el contrato, nulitándolo. Sobra agregar que nunca tuvo supervisión, ni interventoría y todo dentro de la mayor cordialidad. El lote del relleno sanitario no tiene matrícula inmobiliaria cierta. Con la ilegalidad se vive sabroso. ¿o no?
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