A espaldas del cronopio Cortázar daré mínimas instrucciones para seguir -o no- en las elecciones del domingo:
Recuerde que no tiene que adelgazar para que quepa dentro de la urna. Usted deposita la papeleta pero se queda afuera. La democracia se lo agradecerá.
Ojo con los goyeneches que prometen utopías como pavimentar el río Magdalena. No confié en ningún candidato si en su rostro, palmisesto de mentiras, adivina un apetito desordenado por los contratos.
Como de todo se ve en la viña, si le da la tentación de apoyar a un candidato de los que suelen patear los códigos, en todas las listas encontrará de estos especímenes. Eso sí, primero cuente hasta mil millones de ovejas y abejas. Si no lo hace, luego se arrepentirá más que un tatuado.
Si duda por quién votar en la consulta para escoger candidato de las tres coaliciones tire la moneda al aire y rece para que no caiga por el lado de la soledad, como en la canción de Calamaro.
Tiraré la moneda por Fajardo o Gaviria quienes han discrepado dentro de la coalición de la garrotera. Y eso que los muy educados deben tener las paredes de sus apartamentos ametralladas de diplomas.
Como un candidato a la alcaldía de la Ciudad de Hierro me imploró un día que no cantara mi voto por él porque lo desprestigiaba y lo salaba, votaré para Senado por uno que fracasó como nadaista y como conspirador; para Cámara por Antioquia lo haré por un “rasta” que necesita óptimos ingresos para mantener aseada sus mechas.
Así me voltee más que un desvelado no me alcanzaría para votar por el candidato del quinteto del Equipo Colombia. Guardaré el votico por Peñalosa si insiste dentro de cuatro años.
A los de este Equipo les faltó perrenque para hacerle el feo a Álex Char. “Poderoso caballero es don Dinero”. Char ha sido cuestionado sin piedad desde Venezuela por su ex que aprovechó una sacada de muelas para saltar por una ventana arriesgando el pedicure.
No me volveré ateo si Petro arrasa en el Pacto Histórico. Le puso conejo a Francia Márquez quien no será candidata a la vicepresidencia como habían barajado. Esa chanfa se necesita para negociar. Pragmatismo, señores. (No quedó claro lo de la financiación de la pasada campaña de Petro. ¡Colombia, tierra fácil para la honradez por prescripción!).
Si le ofrecen un tamal a cambio del voto, rechace emberracado la propuesta. Si insisten, exija que ofrezcan pequeñas cosas como las que añoraba Woody Allen: un pequeño apartamento, un pequeño yate, un pequeño avión. Y se los quita de encima.
Aproveche que los candidatos a curules nos ven lindos, inteligentes, talentosos, íntegros, leales, sin mal aliento ni pecueca mental. Después de las cuatro de la tarde del día de elecciones volveremos a ser conocidos “donnaides”.