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La corrupción no se elimina por ley
La corrupción es consecuencia de la iniquidad humana, por ello no se soluciona con normas que la condenen.
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Viernes, 20 de Abril de 2018

Para nadie es un secreto que la corrupción es el peor de los males que aquejan a nuestra nación, aún cuando no sepamos el verdadero origen de ella. Considero que la corrupción es producto de la falta de valores de nuestra sociedad, la cual se construyó sobre el ejemplo dado por quienes nos conquistaron y luego nos colonizaron.  No se puede sacar en limpio a nuestros ancestros: los chibchas, quienes ya conocían la corrupción.

La corrupción es consecuencia de la iniquidad humana, por ello no se soluciona con normas que la condenen, sino con un cambio en la cosmovisión del individuo y su conglomerado social.

Países ancestrales de oriente, tiene férreos principios morales como derroteros de su actuar en sociedad, los cuales aplican a todo nivel. Los valores se constituyen en códigos de conducta acatados y enseñados generacionalmente. En nuestra sociedad, el choque cultural abrupto propio de la conquista y el hecho de que quienes llegaron inicialmente no tuviesen una escala de valores altos, degeneró en una potenciación maligna de las prácticas corruptas, pues en vez de tomar lo bueno y desechar lo malo, se apropiaron conductas corrompidas, extendiendo de esa forma sus efectos perversos.

Campañas educativas y espacios de generación de confianza, no son instrumentos suficientes para acabar con este flagelo, que requiere de una verdadera cruzada social, por el rescate de los valores éticos y morales. Es necesario que como ciudadanos entendamos la necesidad de cambio de nuestra estructura mental, para hacer de nuestra sociedad, una mas equitativa y justa.

Emitiendo leyes no vamos a solucionar un problema institucional, que está arraigado en el consciente colectivo. Si no hay conciencia de pecado, nunca se respetarán las normas como debería, y por el contrario el ejemplo se convierte en un profesor virtual de alta efectividad en la trasmisión de conocimiento negativo.

En estos días se discute un referendo por la corrupción, altamente demagógico, el cual pretende a través de bajar sueldos eliminar prácticas corruptas, lo que considero un error, pues termina mutando los hechos de corrupción a nuevas prácticas.

Lo que tenemos que hacer, es que salir a defender nuestros principios ético-morales, para que la vulnerabilidad propia de una bajísima capacidad personal, no sea tierra fértil para esta indeseable práctica. Debemos combatir la corrupción a todo nivel.

Creer que la corrupción es solo la mala praxis de unos cuantos es incorrecto, pues es tan corrupto el que roba como el que omite su deber legal. La corrupción no es exclusiva del sector público, sino una recurrente práctica en lo privado, que tiene capacidad económica para acabar conciencias. 

Por ello creo firmemente  que la solución está en el corazón, porque la corrupción no se elimina por ley. 

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