Dicen que cuando confinaron al poeta Epifanio Mejía en una institución mental dijo: “No son todos los que están, ni están todos los que son”. Oyendo a la vicepresidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris, comentar acerca de la nómina de lujo que reunió el presidente Biden para asesorarlo en materia de ciencia y tecnología y anunciar que de esa manera recuperarían su papel como la mayor potencia mundial en ciencia y tecnología, pensaba yo que el presidente Duque se le había adelantado a Biden, al nombrar la Misión de Sabios que debía asesorar a los Gobiernos, incluyendo al actual, en materia de ciencia y tecnología; siempre y cuando la oiga y acepte sus propuestas, claro está.
A diferencia del gracejo de Epifanio Mejía, podemos afirmar, sin lugar a dudas, que en la Comisión de Sabios son todos los que están. Pero, no están todos los que son.
Esa comisión se podría reforzar en áreas como la formación en STEAM de niñas y adolescentes para incrementar el número de mujeres de ciencia en todos los niveles de la educación y de la producción. Muchas de nuestras compatriotas han hecho contribuciones importantes, como Nubia Muñoz, en cáncer, quien ha ganado un sinnúmero de premios a nivel internacional. Se puede añadir a la coordinadora de la Comisión de Mujeres en Ciencia de la Academia de Ciencias, Ángela Camacho.
Una adición importante en el área de la bioeconomía, sería el director de Agrosavia, Jorge Mario Díaz. En el área de la farmacología, la directora del Departamento de Farmacia de la Universidad Nacional, Gabriela Delgado; en el campo de las propuestas para sistemas integrados de ciencia y tecnología y la creación de institutos, el químico de la Universidad de Antioquia, Fanor Mondragón; en microbiología, Helena Groot, distinguida profesora de la Universidad de los Andes y entre los más jóvenes, con experticia práctica en el manejo del RT-PCR para determinación de coronavirus, Antonio Acosta, director del programa de Doctorado en Genética y Biología Molecular de la Universidad Simón Bolívar.
No se trata en ningún caso de hacer nominaciones, sino de dar unos pocos ejemplos de personas que se han distinguido en diferentes campos de la ciencia por muchos años, pero que no fueron miembros de la Misión. Como ellos, hay muchos otros en nuestras universidades que deberían ser reconocidos y convocados para una Misión Ampliada que asesore al presidente Duque para que responda a su compromiso por la ciencia y la tecnología.
La Oficina de Política Científica y Tecnológica es la encargada de asesorar al presidente de los Estados Unidos en estas materias. Biden escogió a Eric Lander para presidirla y dijo que por primera vez en la historia le dará el rango de miembro del gabinete, teniendo en cuenta su papel crucial en las decisiones presidenciales. Lander, de los primeros en trabajar en medicina genómica, lideró el Proyecto Genoma Humano (PGH) que en tiempo récord hizo el mapa de nuestros genes.
Como subdirectora nombró a Alondra Nelson, presidente del Consejo de Investigación en Ciencias Sociales. Completan la nómina, Frances Arnold, quien será codirectora de la Oficina, primera norteamericana en recibir el Premio Nobel de Química y María Zuber, astrónoma y vicerrectora de Investigación del prestigioso Massachusetts Institute of Technology. Al posesionarlos, Biden dijo: “Ciencia y tecnología han permeado todos los aspectos de nuestras vidas a lo largo de la historia humana” y terminó diciendo que nunca como ahora, la pandemia
había revelado problemas estructurales de nuestras sociedades que habíamos ignorado. Pero, por eso, ciencia y tecnología son la esperanza de la raza humana.
Ojalá ésta sea una lección para que nuestros gobiernos prioricen la inversión que se requiere, siquiera para comenzar el largo camino hacia el desarrollo.