Todo apunta a que tendremos una nueva “hora cero” por parte del gremio de conductores de servicio público individual tipo taxi y de lógica, traumatismo en la movilidad. Este tipo de advertencias es utilizado por las personas que conforman la llamada mancha amarilla, cuando consideran, se han incumplido los compromisos adquiridos en las mesas de trabajo.

No conozco en detalle las peticiones de los conductores, pero muy seguro algo tiene que ver con el precio de la gasolina, mientras los vehículos de carga y algunos particulares, aprovechan el congelamiento del precio del Aceite Combustible para Motor (ACPM), utilizado en motores Diesel, siendo este tipo de automotores los que más aportan a la contaminación ambiental, dada la generación de peligrosos gases que en silencio penetran en el organismo de los seres vivientes.

Siempre he sido un crítico de las situaciones de caos vehicular, que bien pudieron controlarse antes de hacer efectiva la medida de bloquear con sus vehículos las principales arterias de la ciudad, puesto que sentarse en una mesa de concertación o de revisión de los compromisos adquiridos por las partes (porque pienso que es en los dos sentidos), se ha venido cumpliendo juiciosamente.

Además, que dichos resultados sean tangibles, dado que con solo publicar en las carteleras de las empresas de transporte público individual o enviar mensajes por las redes sociales, se considera cumplido el compromiso, mientras que en realidad son cientos de conductores que se resisten a utilizar el taxímetro y algo que de seguro no quedó incluido es el mejoramiento de las condiciones técnico mecánicas de sus unidades, incluyendo el aseo interno de las mismas.

Seguramente, abordarán el tema de las personas que prestan el “servicio” si es que así puede llamarse a los ilegales, en crecimiento día a día y ahora más marcado el problema, puesto son muchos los que utilizan desbaratados vehículos con matrícula extranjera, en el entendido que es una de las formas de llevar el sustento familiar, pero a un alto costo para la ciudadanía.

Otro tema podría ser el estado de la malla vial, porque a decir verdad, las tareas que realizan con la denominada “ruta del asfalto” es muy pobre, para la realidad y me atrevería a asegurar que no se cuenta con un inventario de huecos o por lo menos la ubicación georreferenciada de los intervenidos, de tal manera que se pueda hacer un seguimiento a los trabajos realizados y no pase lo que ya se está viendo en los pasos peatonales en ladrillo, construidos sobre la calle 10, que ya muestran prematuro deterioro.

La administración municipal está en mora de citar a los representantes o líderes de la “hora cero” de tal manera que se avance en la evaluación de compromisos, de tal manera que no seamos los ciudadanos los que tengamos que pagar las salidas en falso de los verdaderos responsables.