No logro describir que tipo de sentimiento me generaron, los anuncios del Gobierno Nacional como medidas para la región; rabia, tristeza, indignación, frustración o el cúmulo de todos ellos. No es para menos. No podemos dejar que el Gobierno Nacional nos siga tomando el pelo, con tan absurdos anuncios.
Cualquiera podría decir que es “crónica de una muerte anunciada”. La verdad a esta altura del partido, cuando los ministerios vienen recibiendo información de primera mano sobre lo que sucede en la frontera, deberían tener definidas las posibles soluciones que permitan salir de la crisis.
Después de años de hacerle el seguimiento a la crisis en la región, el gobierno presenta unas soluciones que no requerían conocer cúal era la crisis, porque no son medidas ajustadas a la realidad actual. Lo que hizo el gobierno, como siempre, fue escarbar en sus cunchos presupuestales que disponibilidad tenía y ofrecerla como solución a la región.
Una medida como la apertura de una línea de crédito para empresarios de la región vía Bancoldex, no soluciona nada, pues ya en el pasado se han ofrecido y no son atractivas, pues entidades bancarias ofrecen mejores tasas de interés y las empresas que terminan beneficiándose son las nacionales y no las locales, que no cumplen con las exigencias para utilizar dichas líneas de crédito.
Esa medida anunciada con bombos y platillos, es como si el alcalde fuera al barrio la fortaleza donde campean el hambre y la inseguridad, las casas son de madera o plástico y no se tiene capacidad adquisitiva y les anuncie que acaba de aperturar una línea de crédito para que remodelen su casa, a intereses mas altos que los que conseguirían en un banco si tuviesen la capacidad de hacerlo.
Otra gran medida anunciada es la inyección de 1.000 millones de pesos para el programa de “Cúcuta ciudad maquila”. Eso es un chiste de mal gusto. Esa plata se gasta en administración por quien opera el programa, consultores de apoyo, etc… y termina un mínimo de capital repartido en puchos a unos cuantos talleres satélites de confecciones.
La Cámara de Comercio anunciaba en el año 2015, la existencia de 36.196 unidades empresariales, eso significa que si distribuyen TODO EL CAPITAL entre ellos, cosa que no es cierta (porque el operador y los consultores se llevan por lo menos la mitad), le correspondería a cada unidad empresarial, la grandiosa suma de 362.000 pesos, lo que no sirve ni para pagar un mes de los costosos servicios públicos que pagamos en la ciudad. Un programa serio de modernización e innovación vale aproximadamente 300 millones de pesos por empresa.
Que pusilánime posición y lo triste es que las autoridades de la región agradecen que vinieron a dar semejantes anuncios. Sean serios por Dios.