Nos hace visita de médico el martes 13 que tan mala prensa tiene entre los agüeristas. Y el que no lo sea en nuestro medio, que tire la primera cábala.
Agüerista es todo aquel que ignora que la suerte consiste en creer que uno tiene suerte. (No recuerdo de quién es la frase. No es mía en todo caso. No doy para tanto. Pensaba decir que es de Sartre pero mejor no me arriesgo. Los ateos se ponen muy bravos cuando los calumnian).
Triscaidecafobia es aversión al número trece. Curiosamente, el número trece es el que saca del anonimato el día martes que por lo regular es un día sin ínfulas, pusilánime, poquito, de bajo perfil como un acólito.
Si es martes de febrero, peor todavía. Eso de no tener más de 28 días, salvo en los bisiestos como el 2024, no debe ser bueno para un mes.
Y eso que el pago de la segunda quincena llega más rápido pero ni así. Sábato se lamentaba de la gente que moría en febrero cuando no hay nadie en Buenos Aires… No tener quién nos llore no es bueno, no.
Parece que la fobia por el 13 viene desde la última cena donde ese número de personas se sentaron a manteles. Si hasta el vino se regó. Dicen que lo regó Judas lo que es un vil calumnia porque el hijo de Ceborea prefería beberse su trago y el de sus vecinos.
El martes – sea 13 o no- es el único día de la semana en que el periódico cabe por debajo de la puerta. Claro que en rigor la culpa no es suya, sino del lunes, en cuya jurisdicción de segundos poco pasa. Al martes solo lo salvaría si el mundo se acabara un día de estos.
Al martes le gusta caminar callado la boca sobre las puntas de los pies de los segundos del tiempo para no despertar al gato.
Los detractores-biógrafos del martes, recomiendan no casarse ni embarcarse un día como estos. Y menos si el martes tiene encima el inri del 13, como este de febrero, un mes con complejo de inferioridad. Esta capando un Freud que lo saque de apuros síquicos.
En martes 13 es de mal agüero pasar debajo de una escalera. Sobre todo si en este momento se está cayendo el pintor. O la pintura. O ambos.
En tiempo normal, cuando no está el 13 de por medio, el martes es un bostezo de 24 horas. Porque por lo regular, todo lo importante sucede de los miércoles en adelante. Tengo entendido que Dios inventó a Adán un jueves. A Eva la dejó para el día siguiente.
Sin confirmar sí lo digo: el martes 13 el ángel de la guarda está de compensatorio. Así que somos responsables únicos de los que nos sucedea hoy. Pilas, país.