Los últimos indicadores de la economía colombiana nos señalan la urgencia de barajar nuevamente las medidas para ese sector, de tal manera que puedan aparecer señales claras de recuperación, pues cuando las cifras no son alentadoras, el clima termina haciendo daño y aguando la fiesta. 

El hecho de haberse tenido que replantear a la baja el crecimiento económico, ante el lánguido comportamiento del último trimestre, nos encontramos con que el indicador ya no será del 3 %, sino del 2,5 %. 

Impacta reconocer que los factores adversos están pesando mas de la cuenta y que no ha sido posible encontrar medidas de choque que atenúen la adversidad. 

Sigue pesando el petróleo con sus bajos precios internacionales; el fenómeno del Niño afectó más de lo esperado; el paro camionero fue desastroso; pero a todo ello, se fueron registrando situaciones adversas para las que no se tomaron correctivos a tiempo en donde es claro que están fallando las locomotoras del desarrollo. 

Las exportaciones, a pesar del dólar caro, no han crecido lo esperado, en donde se nota la falta de aprovechamiento de las oportunidades en ese sector y la debilidad de una política de promoción por parte de las autoridades respectivas. Y a esto se agrega que un sector tan importante para la economía, como lo es el de la construcción, apenas creció un 1 % en el último trimestre, en donde aparecieron fenómenos como la tardanza en la fijación de los planes de ordenamiento territorial por parte de los nuevos alcaldes y las debilidades de ejecución en varios proyectos de infraestructura vial y de servicios. Y habrá que analizar también la caída en el sector minero, en donde parece que está pesando mucho la falta de definición de políticas para ese sector. 

Pero a todo esto se suma un obstáculo enorme, que es el de las tasas de interés, las cuales el banco de la República ha venido incrementando con el objeto de contribuir a bajar la inflación, lo que ha significado un costo enorme del dinero que impide el endeudamiento para la financiación de proyectos nuevos o de expansión, así como para la adquisición de bienes y servicios. 

El impacto de estos indicadores han dado un golpe enorme en el desempleo que ha crecido un punto al pasar de 8,9 % a 9,8 % en junio. 

Todos estos factores requieren medidas de choque, inmediatas; y entre más demoren, mayor será el impacto negativo y peores las consecuencias para todos.