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Merecemos más que un puente loco para nuestra ciudad
No se trata solo de hacer un puente, sino de dar soluciones integrales a la movilidad y aquí precisamente esto no sucede.
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Viernes, 8 de Febrero de 2019

Siendo el puente Benito Hernández, es la primera impresión que tiene una persona que viene del centro del país a nuestra ciudad, no es precisamente la mejor carta de presentación de los cucuteños. Un puente que se constituye en una amalgama entre unoviejo y uno completamente nuevo, cuyo diseño fue acomodado pensando en hacerlo funcional.

Lo cierto es que los cucuteños quienes teníamos grandes expectativas sobre este proyecto de infraestructura, quedamos a la postre decepcionados por considerarla una obra inconclusa y poco funcional en varios aspectos. Un puente es ante todo una solución vial que debe visualizar los flujos vehiculares y encausarlos, de tal suerte que los mismos no se vean afectados, por el paso restringido que imprime la lógica reducción de carriles en el paso elevado.

Este puente no puede ser visto solo desde la perspectiva de ser un paso elevado, pues lo lógico es que debe garantizarse un adecuada movilidad en el sector, lo que precisamente no sucede. Los cucuteños en esto ya tenemos varias malas experiencias y hoy padecemos las consecuencias de ello en el puente que comúnmente llamamos de San Mateo, donde el flujo mayor se dirige hacia el lado contrario de la dirección del puente, generando grandes trancones.

La avenida libertadores que es la avenida rápida de la ciudad y de gran flujo vehicular ya no tiene, paradójicamente, acceso al puente de manera directa, sino que todos esos vehículos deben dirigirse a la avenida primera. En este neurálgico punto se encuentran con el tránsito de busetas y vehículos que vienen primordialmente de la zona céntrica y todos los vehículos que vienen de la comuna nueve y diez, bajando por Santo Domingopara poder tomar el puente, creando un verdadero embudo y eso, sin tener en cuenta que justo en el punto de encuentro hay un gran colegio. 

No se trata solo de hacer un puente, sino de dar soluciones integrales a la movilidad y aquí precisamente esto no sucede. Hoy tenemos una obra en la ciudad poco funcional que solo trasladó el trancón para mas abajo, con el agravante que en las mañana y al medio día hay muchos niños entrando y saliendo al colegio, en el nuevo punto neurálgico.

En ciudades como las nuestras sin señalización vial alguna, enfrentarse a un puente como este es una locura, no sabe uno que hacer. Si va para Los Patios, puede terminar en el batallón o en la libertadores nuevamente, si no conoce previamente los vericuetos para llegar a tomar el puente. La verdad parece una verdadera montaña rusa llena de emociones y amplios círculos, que me transportan nostálgicamente a cuando en Cúcuta la única diversión para los niños eran un lagarto, un pinocho y tren a la salida del almacén Ley. Por ahora este puente y su grandes vericuetos será la montaña rusa vial de la ciudad, solo que sin luces, literalmente hablando.

No podemos seguir aplicando el dicho de que a caballo regalado, no se le mira el colmillo, porque si seguimos así, las obras en nuestra ciudad pueden llegar a ser grandes elefantes, poco funcionales. Los cucuteños merecemos más que un puente loco para nuestra ciudad.

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