Hace unos días, los medios de comunicación en especial las redes sociales, divulgaron la noticia relacionada con la muerte de una joven pareja, en el interior de un vehículo, muy cerca de un prestigioso establecimiento de comidas.
De inmediato aparecieron cientos de comentarios, en los cuales se aseguraba que estos muchachos fueron envenenados con alguna sustancia que consumieron y muchos otros, establecían otras posibles causas de su fallecimiento.
Aún no conozco el dictamen de medicina legal, presumo que estas personas fueron víctimas del Monóxido de Carbono, gas letal incoloro e inodoro que se produce por la combustión de un vehículo, de igual manera, hidrocarburos, óxidos de nitrógeno partículas, bióxido de carbono, bióxido de azufre, amoníaco y metano.
Ya sea cuando esté encendido o apagado, toda vez que los gases incluyendo los Compuestos Orgánicos Volátiles (COV) pueden ingresar a la cabina del automotor, si no existe un perfecto aislamiento entre el motor y la carrocería.
En nuestra ciudad poco se registra ese tipo de accidentes, pero sin lugar a dudas es un momento propicio para advertir a los ciudadanos que no es recomendable y muy riesgoso quedarse en el interior de un auto estacionado porque le da pereza bajarse y ahí puede aparecer la dolorosa situación para su familia porque la víctima puede sentir somnolencia y muy seguramente, la muerte. Es decir que no sabe de qué murió.
La situación puede presentarse en vehículos que han sufrido choques fuertes, siendo los malos trabajos de latonería, la razón de posibles fugas de gas desde la cámara de combustión hacia el interior del automóvil y aún más, cuando se trata de autos que tienen más de diez años transitando, sin revisión juiciosa de la fugas de gases y de ahí la muerte silenciosa de sus ocupantes.
Otra pésima costumbre es utilizar el vehículo para tertuliar, beber, comer y hasta más, pensando que si se tiene el aire acondicionado encendido, no pasará nada y puede ser un gran error cuyo alcance traerá dolor a sus familiares, tal como sucedió la semana que pasó.
Los padres de familia antes de prestar el medio de transporte, deben advertir a sus hijos sobre el inminente peligro relacionado con la fuga de gases y entender que cuando se realiza la revisión técnico mecánica y de emisiones contaminantes, es para determinar si la combustión es perfecta y que no existen salidas irregulares de gases diferentes a las producidas por el motor y expulsadas al ambiente por medio del tubo de escape.
De igual manera, los Centros de Diagnóstico Automotor (CDA) deben ser muy exigentes en el procedimiento y cuando se detecten fallas en la combustión, es necesario reprobar el examen, en lugar de dejar abierta la puerta a una muerte silenciosa.
En conclusión, está probado que el Monóxido de Carbono y otros gases como los Compuestos Orgánicos Volátiles, producidos por la combustión vehicular aspirados consciente o inconscientemente son tóxicos, cancerígenos, venenosos y mutagénicos. De igual manera entender que la revisión técnico mecánica y de emisión de gases, es una de las herramientas que reduce significativamente el riesgo de muerte y por lo tanto no debe volverse la razón para contaminar con dinero a los operarios, buscando torcer un mal resultado, porque sería un gran estupidez.