Los colombianos a diario estamos sometidos a un carrusel de emociones que hacen vibrar nuestros corazones, pasando de la alegría a la tristeza tan rápido que esto genera una inestabilidad emocional, que puede ser permeada de manera fácil por cualquier comentario. El multicampeón Greg Lemond, manifestó: “Nairo Quintana nunca ganará el Tour de Francia”, porque sus ataques son pauperrimos.

El día jueves, nuestro Nairo, nairoman, el ciclista de contextura pequeña, pero grande en condiciones y personalidad, le dió una cachetada a todos los críticos nacionales e internacionales, con un ataque que descontó un minuto treinta segundos al segundo competidor, y muchos más a los otros. Nairo callando las voces de propios y extraños, corrió alienado de orgullo, pedalazo a pedalazo derribaba todos los comentarios negativos y ofensivos que a diario se lanzan contra él. Corrió para hacernos sentir orgullosos de ser colombianos. Corrió con el paso firme que sólo los campeones pueden dar, aquellos que son capaces de sobreponerse a toda vicisitud para alcanzar la gloria.

La épica etapa de Nairo, lo introdujo entre el Top 10 de la general y dejó a tres colombianos en este selecto grupo. Lo demoledor de la etapa de Nairo, se convirtió en la antesala de la gran estocada que lograría Egan Bernal en la siguiente etapa, donde con las piernas reventadas de sus rivales aprovechó su buen momento y tomó para Colombia la camisa amarilla de líder, soñando con la posibilidad de ganar por primera vez el título de tan importante carrera.

Literalmente, Nairo les partió las piernas de los competidores y Egan los molió, un trabajo de Colombianos, pese a no pertenecer al mismo equipo. Sin embargo, son del mismo país y nos enorgullecen por igual. Nuestros escarabajos por fin tendrán un campeón tomando champagne por el paseo de los Campos Elíseos y dejando por primera vez nuestra bandera colombiana en lo más alto del podio. Sólo queda registrado el nombre de Egan Bernal, pero los colombianos recordaremos que quien preparó la victoria fue Nairo Quintana.

Estos momentos épicos de nuestra historia deportiva, quedan grabados en el corazón, como los triunfos de Cochise Rodriguez, Lucho Herrera, Parra, y una gran cantidad de héroes del caballito de acero que nos llena de orgullo patrio. Muchas personas creen que los comentarios soeces o denigrantes hacen mella en personas con mentalidad ganadora y se equivocan, por el contrario, se convierten en un alisiente para salir a correr y ganar cada etapa.

Nuevamente el ciclismo nos regala tanta alegría y nos enseña una lección que todos debemos recordar. Nada está escrito, todos podemos correr la carrera de la vida y ser los campeones de ella; sólo tenemos que tener fe en Dios y la actitud correcta para vencer. Hoy tomo ese ejemplo y corro mi carrera de manera personal, creyendo que lo lograré y aplaudo el ejemplo de Nairo Quintana y Egan Bernal, corriendo de corazón.