El presidente Juan Manuel Santos ha sido galardonado con el Premio Nobel de la Paz de 2016. El Comité del Nobel de Noruega decidió otorgar este premio porque considera que los esfuerzos del primer mandatario para promover la paz, cumplen los criterios y el espíritu de la voluntad de Alfred Nobel.
Este premio no solo es el resultado de que el presidente Santos hubiera iniciado negociaciones de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), sino sobre todo, es un reconocimiento al esfuerzo enorme que ha hecho el país entero y su población, para sacar adelante el proceso de paz y terminar con una guerra que nos ha traído víctimas y sufrimiento.
Precisamente por esa razón, la declaración hecha desde Oslo, el pasado 7 de octubre, afirma que este premio debe ser visto como un tributo a los colombianos que, a pesar de grandes dificultades y abusos, no han perdido la esperanza de una paz justa.
Al conceder este galardón, el Comité no desconoce que en estos momentos el acuerdo de paz es controversial para nuestro país, no obstante, reconoce que fueron los votantes colombianos quienes tuvieron la última palabra frente al acuerdo y que su voto no fue en favor o en contra de la paz, sino sobre el contenido de los mismos.
Por esa razón, alienta a todas las partes, a encontrar la manera de salvar el proceso y específicamente al presidente Santos y al líder de la guerrilla de las Farc, Rodrigo Londoño, a que sigan respetando el alto al fuego.
Este premio es también un mensaje al mundo entero de que si la paz es posible en países como Colombia que han sufrido tanto, que han pasado por tantas dificultades para consolidar la convivencia, también es posible, en otras regiones del mundo como por ejemplo, en Siria.
La guerra en Colombia es una de las más largas guerras internas en tiempos modernos y el único conflicto armado que queda en las Américas; por eso, si nuestro proceso se consolida, hay esperanza de que se promueva la reconciliación en otras latitudes.
Celebramos la invitación que el comité noruego hace con este premio para avanzar en un diálogo nacional amplio y continuar adelante para buscar una solución. Estamos ante un obstáculo más al proceso de paz que podremos resolver si abandonamos la soberbia y los mezquinos cálculos electorales y partidistas.
Es hora de ser humanos y Colombianos. Hora de participar de manera constructiva y de asumir cada uno su responsabilidad en esta hora histórica.