El pasado viernes 14 de julio la Gobernación convocó a una eucaristía y un acto solemne para conmemorar los 113 años de creación del departamento Norte de Santander, muy diferente a la fecha de entrada en vigencia de dicha disposición, la cual sucedió el 20 de julio del mismo mes y año.
En un interregno, poco antes de que el señor gobernador Silvano Serrano Guerrero, que siempre ha sido muy deferente con la Academia de Historia, hiciera uso de la palabra, conversaba con mi vecino de silletería, como para amenizar el rato, y le preguntaba si era pensado o coincidencia que algunas fechas históricas se hubieran sucedido un 14 de julio y los constituyentes de 1910 lo hubieran tenido en cuenta. Pruebas al canto: que un 14 de julio (1811) el general Antonio Nariño publicara la primera edición de su periódico La Bagatela; un 14 de julio (1816), fallece Francisco Miranda, prócer de la independencia de Venezuela; un 14 de julio (1789), el pueblo francés se toma la cárcel La Bastilla y diera inicio a una de las revoluciones más célebres de la historia - la Revolución francesa - dejando como legado los derechos de libertad, seguridad y propiedad, hoy tan venidos a menos en nuestro medio por la indiferencia de quienes no quieren comprender muchas cosas que están sucediendo. Finalmente, que un 14 de julio (1795), La Marsellesa se convierte en himno francés.
Dije en mi intervención, inmediatamente después del señor Gobernador, que, en las invitaciones de los tres años anteriores, reflexioné sobre el proceso de formación de la nueva entidad territorial, y que en esta ocasión me limitaría a recordar a los tres delegados que enviamos a la Asamblea Constitucional convocada por el presidente Ramón González Valencia. Lo hice sin incurrir en la formalidad de lecturas biográficas que cansan a la audiencia, sino más informalmente.
Por ejemplo, y abreviando un poco, que Emilio Ferrero Troconis, el primero de nuestros delegados, abogado de la Universidad Nacional, fue un cucuteño de vasta cultura enciclopédica, recia formación jurídica y se casó en Bogotá con la dama ocañera Emelina Lemus. Durante los tres años de la guerra de los Mil Días fue secretario privado del general Ramón González Valencia. Además, fue presidente de la Asamblea Constituyente de 1910.
El segundo delegado a la Asamblea Constitucional fue el general caleño Benjamín Herrera Cortés, quien para la época del terremoto de Cúcuta era el telegrafista de la ciudad. El general Benjamín Herrera, ya viudo, contrajo matrimonio con la dama pamplonesa María Josefa Villamizar Peralta - hija del general y expresidente del Estado Soberano de Santander José María Villamizar Gallardo -. Benjamín Herrera fue uno de los nuestros en la Asamblea Constitucional por haber sido elegido y porque su “corazoncito” estaba en este rincón de la patria.
El tercer delegado, en todos los documentos aparece como Augusto N. Samper. Es barranquillero e hizo carrera militar con el general Ramón González Valencia.
De manera que en esa Asamblea Constitucional teníamos a los hoy nortesantandereanos Ramón González Valencia, como presidente de la República; Emilio Ferrero Troconis, como presidente de la Asamblea Constitucional; Augusto N. Samper, que brilló a la sombra del presidente González Valencia, y contamos con el voto favorable del general Benjamín Herrera, porque acá le dimos trabajo en su juventud y su segunda esposa.
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Mañana miércoles, a las 4:00 p. m., adelantando la fecha, la Academia de Historia celebra la fecha patria del 20 de julio en sesión solemne pública, el orador será el académico Orlando Clavijo Torrado. Habrá compartir.
