¿Recuerdan el libro de Antonio Caballero, que recopila la historia de la cultura de occidente, acomodándola mediante la convención arbitraria de un calendario, que hace coincidir el año uno con la fecha del nacimiento de Cristo? Es un texto apasionado y apasionante. Por el desfila siglo a siglo, el primer milenio y el segundo cuyo lapso finisecular vivimos, con los temores y pavores del primero.
Cuando llegó el año mil, se dijo que se iba a acabar el mundo, o que volvería el mesías y el comienzo de su reinado por mil años hasta el juicio final que sería este año dos mil que pasó. Y llegado el día no pasó nada. Lo único cierto fue, que, a partir del año 1001 comenzó la conquista del mundo en nombre de la verdadera fe y para la Europa blanca.
Luego en el siglo XII fue la batalla entre el poder papal y las coronas europeas. El siglo XIII fue el de la corrupción de la iglesia y la lucha interna tenebrosa y cruel de la Inquisición y en esas, llegó el Siglo XIV o el de los 4 jinetes anunciados en el apocalipsis por Juan el apóstol, que fue como una premonición del siglo XXI, que hoy apenas estamos comenzando, teniéndonos arrinconados, atolondrados y entregados.
El Siglo XIV llegó con los 4 jinetes: Hambre, la Guerra, la Peste y la Justicia Divina.
La hambruna entonces llegó en el XIV, por que la producción agrícola se hundió expoliada por triple extorsión eclesiástica, señorial y real. Y se entronizó Guerra, pues fue un siglo de lucha generalizada; de los papas, de los señores feudales, de los reyes; por la sucesión, la conquista, por la represión contra herejes y contra los infieles, masacrando inocentes o mejor todos contra todos.
Y llegó La Peste, un jinete venido curiosa y coincidencialmente de La China y Turquestán. No se propagó como la de ahora en aviones jet, sino por vía marítima, dice Caballero, que en una “galera Genovesa” infectada en el mar negro en 1347, que propagó la peste en cada puerto que tocaba, ya por la respiración de las personas o por las pulgas y las ratas y en tres años redujo la población europea a la mitad. No se llamó Covi19, sino “peste infantil y proletaria”, porque mataba especialmente a los niños y a los pobres.
Excepcionalmente se llevó un rey; Alfonso XI de Castilla, y a la novia del poeta Petrarca, se llevó también dos tercios la Corte Pontificia del Papa, preso en Aviñón 60 años, en la vendetta del Rey francés.
No hablo del cuarto jinete, la “justicia divina”, representada por la corrupción de la iglesia en el siglo XIV, para no meterme en problemas, a pesar que Francisco I es un Papa formidable.
Pero bueno, son muchas las coincidencias de este siglo XXI que empieza, con el siglo XIV que nos describió Antonio Caballero. Solo que el Covid es con el tapabocas y aislamientos y protestas mamertas y las pulgas no lo propagan, eliminadas por los modernos insecticidas. Quedan las ratas, de alcantarilla, de puertos fluviales y marítimos y las “otras” que tanto detesta Jairo Tomás, nuestro Alcalde soñador.
Adenda: “La masacre laboral”. Asesores externos, hay que ayudar al Señor Alcalde porque: El Articulo 14 del Decreto-legislativo No 491 de 28 de julio de 2020 Dijo: “Aplazamiento de los procesos de selección en curso. Hasta tanto permanezca vigente la Emergencia Sanitaria declarada por el Ministerio de Salud y Protección Social., se aplazarán los procesos de selección que actualmente se estén adelantando para proveer empleos de carrera del régimen general, especial constitucional o específico…Las autoridades competentes deberán reanudar dichos procesos una vez se supere la Emergencia Sanitaria”. La lista de elegibles en el municipio de Cúcuta, quedó en firme el 2 de septiembre, 34 días después de la vigencia del Decreto 491/2020. Sobra cualquier comentario.