Aprovecho una breve estancia en Bogotá para hacer un periplo por la XXIX Feria Internacional del Libro y visitar, entre otros, el estand de Norte de Santander, que me pareció mucho más elegante que años anteriores y, además, inmejorablemente atendido.
Entre la variedad de libros que se exponen me llama poderosamente la atención ‘El hijo de Bolívar’, apuntes sobre la paternidad del sacerdote Secundino Jácome.
Observo que este libro ha seguido los pasos metodológicos indispensables para demostrar la realidad de la paternidad bolivariana. En términos pedagógicos la forma como Jorge Meléndez Sánchez aclara dicha paternidad se presta hasta para una didáctica ejemplar en la presentación de un documento histórico que debe responder a muchas preguntas y, como él mismo lo afirma, el documento histórico se caracteriza por tener un entorno temporal.
Con la amplia información de la Campaña Admirable de 1813, cuando Bolívar hizo su aparición en el escenario latinoamericano, se explican los comportamientos de los personajes participantes por la región en dicho evento histórico. El fondo de la explicación toma la historia regional de Ocaña y Norte de Santander, con la dinámica propia del momento.
La Iglesia católica Romana enfrentada al santanderismo colocará al fruto del romance del coronel Bolívar en primer plano, como símbolo del bolivarismo que se adopta frente a los reformistas de mitad de siglo XIX. En otros términos, la ordenación sacerdotal en la persona de un afrodescendiente caracterizado y con una edad cercana al medio siglo, se traduce en nuestros días como parte del argumento de la paternidad de Bolívar sobre Secundino Jácome.
Las condiciones de su papel eclesiástico son extraordinarias y ya habían conmovido al presbítero Alfonso María Pinilla Cote, historiador de la Arquidiócesis de Nueva Pamplona, quien rescatara la información del documento sobre las características del mencionado hijo del Libertador.
El libro ha tenido acogida y quienes se acercan al stand de Norte de Santander han tenido la oportunidad de apreciar el documento y deleitarse con su contenido. Esta es la novedad de la Feria en lo que a investigación se trata.
Además, me alegra mucho la reedición de los libros Aires de mi tierra, de Rafael Darío Santafé Peñaranda, donde consigna importantes apuntes para la historia musical de nuestro Departamento; y Cúcuta a través de la fotografía, de la Cámara de Comercio, antología fotográfica de los siglos XIX, XX y XXI, disponibles en la Feria.