Después de trece años de residencia en Cúcuta con su esposa cesarense Priscila Contreras Vergel, ya es conocida en la ciudad la figura, vida y obra del poeta Fernando Chelle, un extranjero del Río de la Plata que se radicó y enamoró de Cúcuta. También puede existir quienes no lo conozcan, y para ellos he de decir que Chelle ha publicado su obra poética y narrativa, en físico, en Cúcuta, y el resultado es sorprendente.
Ahora, teniendo en mira el XXII Parlamento Internacional de Escritores, que se celebrará en Cartagena del 28 al 31 de agosto; y la XX Fiesta del Libro, de Cúcuta, que se desarrollará en la Biblioteca Pública “Julio Pérez Ferrero”, del 2 al 7 de septiembre, eventos a los que ambos hemos sido invitados ininterrumpidamente desde hace varios años, cada uno desde sus inquietudes intelectuales presentará su obra en estas vitrinas insuperables.
En el caso de Fernando Chelle presentará dos libros de reciente publicación. El primero de ellos es “Cuatro autores boyacenses: J. Flórez - C. Martín - R. Gutiérrez G. - P. Apuleyo M.”, con prólogo de Miguel Ángel Ávila Bayona, subdirector de la Academia Boyacense de la Lengua.
La mayoría de los lectores encontrarán en estos cuatro autores, dos conocidos y dos desconocidos: los conocidos son Julio Flórez, un poeta destacado y popular que nació en Chiquinquirá y es autor de Flores negras. En el libro Fernando Chelle hace un análisis literario de este poema; y Plinio Apuleyo Mendoza, autor de Años de fuga, Cinco días en la isla y Entre dos aguas.
Los desconocidos: Carlos Martín, célebre abogado y poeta piedracelista. Fue rector del Liceo Nacional de Varones de Zipaquirá, colegio donde estudió Gabriel García Márquez, quien lo rescató del anonimato al mencionarlo 19 veces en Vivir para contarla y quien fue una gran influencia literaria para Gabo.
Con este estudio sobre Carlos Martin, Fernando Chelle resultó ganador en junio de 2019 del Premio Nacional de Ensayo Literario, organizado por LIT-Asociación de Literatura. Finalmente, el sogamoseño Rafael Gutiérrez Girardot, ensayista de temas literarios, como Lírica y filosofía en Antonio Machado, del cual Chelle hace un análisis desde la crítica literaria.
El otro libro de Fernando Chelle es “Cantar de mí mismo. Epopeya lírica”, donde continúa con su obra poética, del cual el escritor José Miguel Alzate, un caldense que residió en Cúcuta hace cinco décadas, manifiesta que “Fernando Chelle es un poeta que sabe vivir con alegría su oficio, que deja el alma en lo que escribe”.
Independientemente de lo anterior, mi buen amigo el poeta santandereano Rafael Saavedra Hernández, doctor en Literatura latinoamericana de la Universidad del Estado de Nueva York at Albany y profesor de la Universidad del Estado de Nueva York at New Paltz, me envía su libro Mis versos.
En su presentación, que él denomina Rudimentos, nos deja un mensaje sobre los retos de publicar un libro de poemas: “El primero y más importante, es el de llevar ritmos y a la par ideas; pensamientos que permitan reflexionar o vislumbrar un mensaje, pero envueltos dentro de una determinada cadencia, tal como lo lograron en nuestro país Silva, Pombo, Barba Jacob, Meira del Mar, los Carranza, padre e hija, etc.”. En la Academia de Historia de Norte de Santander y en la Academia de Historia de Santander he hecho buenas migas con ambos poetas, respectivamente. Felicitaciones.
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