Subirse los humos en nuestro país es un modismo bastante popular, para referirse al fenómeno que acude mucha gente para esconder su inseguridad y sus complejos de inferioridad, colocándose máscaras de sobrades, petulancia, arrogancia, pantallería, fanfarronería y estupidez para relacionarse con los demás, de manera que pueda sentirse grande y poderoso ante ellos. El factor principal que hace que a la gente se le suban los humos es la pobre educación que recibimos y que aún siguen recibiendo nuestros hijos y nietos, con una casi total ausencia de formación para la vida y una crianza mediocre en los distintos estratos de la sociedad que le dice a los niños que el más macho(a) es el que aporrea y no se deja aporrear, el que manda, el más verraco, el que chalequea a todos. Este problema psicosocial se ve en casi todas las esferas sociales y en la gran diversidad de grupos humanos; es cuando los jefes, políticos, curas o pastores, militares o empleados públicos quieren que se les alabe, se creen dioses todopoderosos con derecho a hacer con los demás lo que se les dé la gana. Son muchos los personajes que cuando de alguna manera logran un buen puesto o son ascendidos de cargo encuentran en ello el momento para “desquitarse” de los que siguen abajo, y sentir el ridículo poder para pisotearlos como hicieron con ellos. Aquellas inseguridades en sí mismos y esos afanes de poder obnubilan a estos sujetos, llevándolos a la corrupción y a un sinfín de porquerías que de hecho les dura muy poco y salen luego a la calle o a una jubilación a pagar los daños causados a aquellos seres humanos a quienes humilló y saboteó. Lo peor que se está observando actualmente es que muchos de las nuevas generaciones de profesionales que están contratando las empresas ya vienen con los humos subidos, mirando a los otros por debajo del hombro y creyéndose más que supermán…pero de creatividad o der meter la ficha al trabajo pocón pocón.
Por eso lo que más hay que mirar y analizar antes de contratar no son las notas o cantidad de títulos o pergaminos que traiga la persona, es qué calidad de ser humano es, y qué capacidad real de interactuar tiene con todo tipo de persona? . No permita que se le suban los humos, y si ya se le subieron bájeselos, porque cuando se suben los humos es como si empezara el camino a la desgracia, se insensibiliza la mente, se despersonaliza el hombre, se olvidan los pocos valores que se tenían, se empieza a vivir en un mundo ficticio, en una maraña de egolatría, mentiras y autoengaños, que a través de ellos lo van metiendo en el juego de perder, no solo imagen y tranquilidad sino los buenos amigos, haciéndoles creer con ello que usted está haciendo bien y ganando muchos dividendos, que a la final solo le traerán enemistades, desgracias, locura, y cárcel , porque sus sentimientos de culpa no lo dejarán dormir en paz con Dios ni consigo mismo. Bájese los humos, antes de que se los bajen, apréciese a sí mismo. Fíjese como a través de la historia las personas más queridas, respetadas y admiradas del mundo, fueron aquellas a quienes no se les subieron los humos para nada, a pesar de su verraquera, ejecutorias y humildad haciendo el bien a la humanidad de manera sencilla y honesta; recordemos a Gandhi, Gabriel García Márquez, Nelson Mandela, Cantinflas, Einstein, Jesucristo, Buda etc. etc. También hay aquellos que si se les subieron los humos al extremo por su Egolatría y endiosamiento. Como uno de los más repudiados hombres de la historia recordemos a, Adolfo Hitler con su teoría de la Raza Aria como la única que debía existir y por eso hizo todas las locuras y peores matanzas, desatando guerras mundiales. Cada uno en su puesto recuerde 5 de sus conocidos más buenos y queridos…..los recordó por arrogantes, por déspotas, no, sencillamente porque no se le subieron los humos, porque son buena gente y nada pantalleros. Por todo ello es que vale la pena bajar los humos y simplificar la vida. Muchas gracias.
