Dada la situación económica que atravesamos producida por la pandemia de la COVID-19, la gran mayoría de los colombianos ha entrado en una cesación de pagos, debido a la iliquidez generada por la pérdida de empleos o la falta de oportunidades laborales. Si bien es cierto algunos bancos han implementado medidas de auxilio como el rediferir las cuotas dejadas de cancelar, lo cierto es que al final del día tendremos que pagar y pagar más.
Pensando en la posibilidad de reestructurar dichas deudas, algunos han contemplado negociar con entidades especializadas en compra de cartera las deudas con el objeto de bajar la tasa de interés a una un poco más cómoda. Sin embargo se llevan la sorpresa de no poder acceder a esos créditos que aliviarían sus bolsillos, porque al ser deudores no cumplen con el perfil financiero que las entidades exigen, aunque esté demostrado que quedarían pagando menos de lo que actualmente deben pagar. Conclusión, siga incrementando los intereses moratorios y mire a ver cómo resuelve su problema.
Al colombiano promedio difícilmente le desembolsan 20 millones para reestructurar sus deudas de tarjetas, por ser eventualmente un moroso o no tener capacidad de endeudamiento, sin tener en cuenta su patrimonio o incluso muchas veces el propio ingreso. Pero esta semana fuimos sorprendidos con el generoso préstamo de 370 millones de dólares a la aerolínea Avianca por parte del gobierno.
Lo sorprendente de este millonario préstamo, es que a la empresa que se lo otorgan se acogió a la ley de quiebra en los Estado Unidos y el año pasado, según su balance produjo pérdidas cercanas a los 780 millones de dólares. No entiende por qué a un colombiano promedio le niegan créditos de restructuración de sus deudas por deber, pero a esta compañía le desembolsan de manera exprés un crédito de tamaña magnitud, con semejantes indicadores siniestros.
Lo anterior es el tipo de ambivalencia que genera tensión social y demuestra el alto grado de desigualdad social en nuestro país. ¿Por qué no se utilizó ese dinero para ponerlo en un gran fondo de garantía para que los colombianos podamos tener respaldo y que los bancos nos presten dinero para aliviar la difícil situación por la que atravesamos? o ¿Por qué dicho fondo no apalanca al sector productivo y le permite su reactivación económica?.
Si no se puede prestar a los colombianos, entonces ¿Por qué ese mismo dinero no se utilizó para el sector salud, cuyo déficit por falta de pago es evidente y se le permitió eliminar parte del rezago tecnológico y de infraestructura instalada en el que se encuentra? o ¿Por qué sólo plata para Avianca y no para todas las empresas transportadoras del país?.
No quisiera pensar que tiene que ver con el hecho de que la hermana del Presidente es una alta directiva de la compañía. Espero no tengamos que decir como dicen por ahí “esa platica perdió”, porque sería muy doloroso para una nación tan golpeada por la corrupción y la violencia. Creo que lo justo sería; si le prestan a Avianca, que nos presten a todos.