Próximos a ingresar a la Semana Santa, que para muchos es una temporada de recogimiento y reflexión, visita a familiares residentes en otras ciudades, cumplir la promesa de algunas lecturas pendientes u organizar lo realizable en los días posteriores a la semana de receso, tiene presentación divagar sobre un tema de capital importancia que en los próximos meses tendrá lugar en nuestro Departamento.
Sabemos que de mayo a octubre de 1821 se reunió el Congreso de Villa del Rosario, con la pretensión válida de unificar en un mismo gobierno a lo que hoy conocemos como Colombia, Venezuela y Ecuador para crear un Estado fuerte, defender la independencia recién conquistada y lograr reconocimiento internacional para la nueva nación.
Lo que quiero significar ahora es que nos corresponde a los nortesantandereanos estar atentos a la infraestructura y logística de la celebración de los actos correspondientes, reconociendo que desde la presidencia de la República el interés por este evento, con la Vicepresidencia de la República como portaestandarte, ha sido enorme, tal como lo demostró profusa y fehacientemente el doctor Luis Fernando Niño López, desde la Casa de Nariño y con presidente de la República a bordo. Qué mejor testimonio de interés y fidelidad a lo programado para este certamen histórico, y le corresponderá a entidades nortesantandereanas trabajar mancomunadamente para el éxito de la festividad bicentenaria que, además, revestirá carácter internacional.
No está por demás recordar que, para la época del sesquicentenario del Congreso de Villa del Rosario, en 1971, como secretario de la Academia de Historia fungía don Leonardo Molina Lemus, motor de la celebración, natural de Otaré, cuando era corregimiento de Convención, territorio adherido a este municipio en 1888, por generosa intermediación del entonces gobernador del departamento de Santander, el general Guillermo Quintero Calderón, cuando apenas se estrenaba la Constitución de 1886.
Así las cosas, la Gobernación, con el doctor Silvano Serrano Guerrero; Luis Fernando Niño López, como gerente del Bicentenario, y la Academia de Historia de Norte de Santander, que próximamente posesionará su nueva junta directiva, tienen en sus manos la organización de este acontecimiento histórico, en conjunción con la vicepresidenta de la República Marta Lucía Ramírez Blanco, quien ha sido incansable en el acompañamiento para la organización del evento bicentenario.
También hay que reconocer el interés del doctor Armando Martínez Garnica, actual presidente de la Academia de Historia de Santander, fundador y exdecano de la facultad de Historia de la Universidad Industrial de Santander -UIS-, a quien en los últimos meses hemos atendido en Cúcuta, porque para la misma fecha bicentenaria, junto con la Academia de Historia de Norte de Santander, como me lo confirmó ayer, organizaremos el Congreso de Historia de la Asociación colombiana de historiadores, cuya sede será Villa del Rosario. Manos a la obra.