Hoy nuevamente les escribo desde Washington, exactamente desde Maryland, Estados Unidos, donde fui invitado como ponente principal a un evento desarrollado por U.S. Federation of Unesco Clubs South-South and Triangular Cooperation Initiative. Este se viene desarrollando desde el 7 de octubre y finaliza hoy, 14 de octubre. El tema principal consistió en plantearnos los retos y desafíos en la innovación para la educación, y la construcción de paz en el siglo presente.
Colombia fue el país invitado y la zona de honor, Norte de Santander, por esa razón asistieron más de 68 colombianos al evento; hecho que me enorgullece especialmente por tener la posibilidad de contar los avances, retos y desafíos de nuestro amado departamento en temas de educación, cooperación y construcción de paz.
Este tipo de eventos internacionales son oportunidades que se nos presentan para aprender y educar al público sobre temas de interés, movilizar voluntad política y recursos para abordar problemas globales, y celebrar y reforzar los logros de la humanidad.
Entre los muchos días celebrados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se encuentra el Día de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur, y a pesar de que se conmemora desde el 12 de septiembre de 2011. Su origen data de un plan de acción que la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó en 1978 para promover e implementar técnicas cooperación entre los países en desarrollo.
Hoy en día, la cooperación sur-sur y la cooperación triangular se han convertido en el vehículo para que la cooperación internacional para el desarrollo, tenga una mejor alineación en el contexto de principios como la solidaridad, la igualdad y el multilateralismo, con el fin de construir y convertir la transferencia de conocimientos, tecnología y políticas, en beneficios mutuos.
Hubo un intercambio de experiencias de aprendizaje beneficiosas para los participantes. Nos reunimos pacificadores, educadores, innovadores, empresarios y políticos de Estados Unidos, Colombia, Guinea Ecuatorial y otros países para abordar los desafíos críticos que enfrentan la paz y la educación en sus regiones.
Ha sido una semana maravillosa, llena de intervenciones académicas, presentación de propuestas y aprendizajes multiculturales, y por supuesto, de espacios en el que hemos dejado en alto el nombre de nuestra región.
Al final de toda la jornada, nos queda como conclusión, que esta iniciativa tiene un potencial real de convertirse en una plataforma global, donde las universidades del sur pueden reunirse anualmente para compartir iniciativas de paz, abordar desafíos comunes y estimular la innovación por medio de una colaboración que cobra vida a través de los convenios interadministrativos que se firmaron entre los participantes.
Durante dos días, también visitamos lugares emblemáticos e importantes en la historia de los Estados Unidos, ubicados en la zona centro de Washington D.C. como Organization of American States (OAS), U.S. Congress Galleries, The White House, Lincoln Memorial, World War II Memorial, Martin Luther King Jr. Memorial y Washington Monument, entre otros.
Quiero agradecer a Guy Djoken, director ejecutivo de Unesco Centro para la Paz; a William Godnick, profesor del William J. Perry Center; a los embajadores de los distintos países; al equipo de trabajo de Colombia y Estados Unidos; a Maira Blanco, directora del British English Institute (BEI); a la Gobernación de Norte de Santander; a la Federación Nacional de Personerías de Colombia (Fenalper); a la Universidad Simón Bolívar sede Cúcuta; a la Universidad Militar Nueva Granada; a la Escuela de Altos Estudios Estratégicos (Palem); a los rectores de instituciones educativas; a las alcaldías; a los funcionarios de las administraciones municipales; y a todos y cada uno de quienes participaron activamente en este proceso.
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