Una tertulia amena el pasado viernes con investigador y ensayista Pedro León Vega Rodríguez, en su residencia de Quinta Bosch, fue la ocasión propicia para que me permitiera la lectura de su profundo estudio sobre la violencia política en Colombia, un trabajo académico que, me consta, maduró por mucho tiempo y hoy exhibe orgulloso ante prestigiosos editoriales bogotanas y el Fondo de Cultura Económica de México, que lo estudian para su publicación.

La obra apunta a plantear, por primera vez en el ámbito nacional e internacional, las condiciones de posibilidad de una teoría de la violencia política a partir de verdades no epistémicas. Según el autor, su obra tiene como fin la comprensión reconstructiva de los saberes preteóricos y teóricos sobre la violencia política en escenarios de guerras civiles y conflictos armados internos altamente degradados, en actitud realizativa. Incluye un modelo teórico integral de conflicto, construido desde la perspectiva del poder y centrado en lo que denomina el fenómeno de “degradación de la guerra”, cuya principal característica es la violencia homicida contra la población civil, inerme y ajena a las hostilidades. 

El libro La violencia en Colombia, de Germán Guzmán Campos, Orlando Fals Borda y Eduardo Umaña Luna, creo fue el primer intento de estudio de la violencia política en Colombia, y hoy, después de 36 años de haberlo leído recuerdo que en el prólogo decía Fals Borda que esa ingrata tarea de pronto no era bien recibida en algunos círculos, pero, este sesudo estudio de Pedro León Vega Rodríguez, no creo exagerar si afirmo que supera todo lo que se ha escrito sobre el fenómeno de la violencia, que para muchos “violentólogos” es la principal amenaza de nuestra nacionalidad. Son 465 páginas donde se combinan conocimientos de economía, política, filosofía, literatura e historia.

Además, en un ambiente como el que se vive actualmente en Colombia, donde una porción importante de su población está ilusionado con la perspectiva de un sosiego público en razón de los diálogos de La Habana, la obra del investigador Pedro León Vega Rodríguez será bien recibida por la comunidad académica porque al resumir todo lo que se ha escrito al respecto nos pone al día con sus retrospectiva, su análisis y su valiosa y selecta bibliografía y webgrafía.

Soy del parecer que en todo estudio sobre la violencia política, concretamente en la colombiana, la que nos incumbe por padecerla, debe haber un capítulo sobre el papel de las oenegé, pero que sea un acápite objetivo.