En medio de la algarabía que suscitó la pomposa visita del secretario General de la OEA a nuestra ciudad, de la mano del Gobierno Nacional encabezado por el canciller de la República, doctor Carlos Holmes Trujillo, todos los dirigentes de la región, al unísono, trasmitieron desde su perspectiva individual la necesidad de intervenir la frontera de manera inmediata para dar solución a la difícil situación de orden económico y social que se presenta con la diáspora venezolana, siendo Cúcuta la ciudad más golpeada por ello.
Intervenciones de todos los tipos, algunas cargadas de emotividad, otras en tono de reproche, pero al final del día solo eso: intervenciones. Luego de que se desahogara la dirigencia local, toma la palabra el doctor Almagro informando que no estamos solos lo cual suena bonito, pero no se compadece con la realidad, pues sí hemos y seguimos estando solos. Parece que este tema estuviese delegado a la caridad humana y no fuese un problema global.
Después de toda una mañana de discursos, se procedió a visitar el puente internacional y palpar de cerca la situación, en el camino el doctor Almagro selecciona una de las miles de mujeres que a diario pasan con sus hijos en busca de alimento y le entrega cien dólares, que espero no se los hayan robado, y si se los robaron que no la hayan apuñaleado para hacerlo, porque ese es el pan de cada día. Si nada de eso le pasó, hoy casi un mes después lo único que le queda a la señora es el recuerdo y al doctor Almagro miles de fotos en los medios de comunicación por su gran corazón.
No puede hacerse una fiesta mediática con nuestra problemática social y mucho menos prestarnos para eso. Necesitamos medidas y dólares de verdad, no de misericordia o limosna de la que hace dependiente a los hombres y a los pueblos. Necesitamos una intervención militar, no como la que de manera irresponsable dijo el doctor Almagro no descartaría, sino para atender a nuestra gente y a la que ingresa a nuestro territorio. Ingenieros militares que nos ayuden con recursos internacionales a generar condiciones de desarrollo, médicos militares que atiendan la población, acciones cívico-militares que den esperanza y no hablar de guerra que solo genera falso nacionalismo y real enemistad entre pueblos hermanos.
Lo más desconcertante de la reunión vino por cuenta del doctor Carlos Holmes Trujillo, quien como gran medida anunció un documento Conpes de frontera para la región. Un alcalde de otro departamento me susurró al oído “un documento Conpes no se le niega a nadie” y me sorprendió porque creí que esa frase era nuestra y solo nuestra, porque si alguna región ha generado documentos Conpes infructuosos es la nuestra, el último y que no sirvió para nada es el 3805 de 2014 “Prosperidad para las Fronteras de Colombia”.
¿Quieren hacer algo por la región de verdad? Traigan inversión nacional y extranjera y no sigan sobre-diagnosticando la región. Necesitamos inversión real y NO un nuevo documento Conpes de frontera.
