Mañana es un día trascendental para la democracia de Colombia, pues elegimos Presidente de la República. Aunque los pronósticos auguran que habrá segunda vuelta, lo cierto es que impajaritablemente mañana hay que salir a votar. Estas elecciones particularmente han estado cargadas de muchísimo protagonismo por parte de los candidatos y sus fórmulas vicepresidenciales, las cuales han mostrado un muy buen nivel en los debates, con una que otra salida en falso, pero dejando al país a nivel internacional bien parado frente a la opinión pública.
Nuestros candidatos no son, como sucede en otros países, chafarotes e ignorantes, sino candidatos bien preparados y con verdaderos coequiperos según se apreció en los debates de los cinco primeros que punteaban en las encuestas. Se ha generado un nivel de expectativa bastante grande, no solo en Colombia, sino en los colombianos en el exterior que se atreven a opinar y participar en las elecciones, por lo que perciben a través de varios medios.
Al confrontar las elecciones de Venezuela con las de Colombia, da tristeza ver lo que pasa en el vecino país y nos llena de orgullo lo que sucede en el nuestro, por eso es necesario salir a votar por quien se acerque más a lo que soñamos como país, pues hemos construido sólidas instituciones públicas y tenemos valiosas personas para ocuparlas. No podemos dejar que los espacios sean ocupados por charlatanes y mediocres.
Mañana no es un día común y corriente, mañana está en juego nuestra democracia, es necesario salir masivamente a decirle al mundo que creemos en nuestras instituciones y que queremos que Colombia siga siendo un país democrático y republicano.
Si usted es de los que piensa, que su voto no cambia nada, déjeme decirle que se equivoca; su voto y el mío hacen la diferencia, no importa si no gana nuestro candidato, lo cierto es que gana el país, gana la democracia, gana la institucionalidad y ganamos nosotros como ciudadanos. Cuando los 45 millones de colombianos entendamos esto, nuestro país será mejor, porque esos que se apertrechan en el poder, no tendrán más alternativa que salir corriendo pues el pueblo los desterró.
La única forma para eliminar el clientelismo y destruir las maquinarias electorales es saliendo a votar a consciencia, por quien según su libre albedrio, es el que más le conviene a Colombia. No deje que le roben la ilusión, no se deje arrastrar por cantos de sirena, no venda sus ilusiones, cumpla la cita democrática con el país mañana y siéntase orgulloso de ser colombiano.
Mañana hay una oportunidad para el país, de hacer algo diferente y de transformar nuestra realidad, por eso le sugiero que vote por quien quiera, pero salga a votar.