Desde el pasado miércoles 23 hasta el sábado 26 de agosto se desarrolló en la Ciudad Heroica el XXI Parlamento Internacional de Escritores de Cartagena de Indias con la coadyuvancia de la Asociación de Escritores de la Costa, promocionado como el “Evento literario de más alto nivel de Cartagena y el de mayor proyección de Colombia para el mundo”, fundado y liderado por el polígrafo Joce G. Daniels García, lo cual es garantía de seriedad, rigurosidad y perseverancia. El eslogan del Parlamento es la frase de Tahar Djanout: “Si hablas, mueres; si no dices nada, mueres. Así pues, habla y muere”.
La sede oficial del evento es un inmueble en pleno centro histórico de Cartagena, en la Calle Segunda de Badillo, sede de la Asociación de Maestros Jubilados de Bolívar - AMAJUBOL -, lo cual no obsta para que ocasionalmente las sesiones se desarrollen en otros lugares, como el Palacio de la Proclamación (Antigua Gobernación), el Palacio de la Inquisición (Antigua sede del Tribunal de la Inquisición), El Teatro “Adolfo Mejía” (Antiguo Teatro Heredia), o la Casa Museo Rafael Núñez en el barrio El Cabrero, entre otros.
Al evento asistieron delegaciones nacionales y extranjeras, y de estas últimas asistieron, entre otras, Valdeck Almeida de Jesús, de Brasil; Vielka Argelis Gutiérrez Domínguez, de Panamá, Jorge Vladimir Alacevich, de Argentina, y otra nutrida delegación de México, entre los que recuerdo, y leyeron ponencias valiosas en distintos géneros literarios que seguramente serán publicadas.
Además, estos eventos son precisos para conocer nuevos autores, nuevas tendencias, escuchar algo diferente en literatura y reencontrarse con viejos conocidos. Tal es el caso, por ejemplo, de Alexis Jattin Torralvo, con su trabajo “Genealogía de la casa americana en el Sinú”. Alexis es un genealogista consagrado que acaba de ser llamado para integrar la Academia Colombiana de Genealogía y este año el Parlamento de Escritores le otorgó el “Libro de Oro de la literatura colombiana”, en su octava versión. En 2019 se le otorgó a Fernando Chelle P., con quien asistí este año; el cienaguero Delfín Sierra Tejada, con su ponencia “Vida y obra de Adolfo Pacheco Anillo”, que no es la biografía tradicional sino una investigación que aporta nuevos elementos con un tratamiento diferente; Xavier Ávila Patiño, del Centro de Historia de Sabanalarga, con “Poetas del Atlántico al inicio del siglo XX”; Andrés Elías Flórez Brum, un gran cuentista de Sahagún, de esos que da gusto leer su prosa o escuchársela leer. Deliberadamente dejé de último en esta relación muy personal a Roberto Montes Mathieu, cuya ponencia tituló “Cuatro narradores del Caribe colombiano”. Roberto es un abogado que durante varias décadas fue docente apasionado de derecho público e historia de las ideas políticas en varias universidades de Bogotá, pero también cultivó su afición por la literatura y el periodismo cultural. Nació en Sincelejo y tiene la virtud que con él se puede hablar de todo y cuando nos encontramos sacamos el rato para tertuliar y actualizarnos. En literatura Roberto es conocido “por su gran virtuosismo en el cuento corto y el minicuento”.
La clausura del evento siempre se hace con recital poético, con propios y extraños, en el altozano de la iglesia de la Santísima Trinidad, el segundo templo más antiguo de la ciudad, erigida en 1600, en el tradicional barrio Getsemaní, el cual es muy concurrido. ¡Qué grato regresar al Caribe colombiano y reencontrarse con buenas amistades!