Inclusión, amor, humanización, interculturalidad, retos, permanencia, acceso, integración, enseñanzas, compañerismo, solidaridad, empatía. Estos son algunos de los conceptos que se ponen en práctica dentro de los colegios de Cúcuta, tras recibir a los estudiantes provenientes de Venezuela en sus espacios de enseñanza.
Los rectores de las seis instituciones educativas con mayor población estudiantil migrante matriculada en Cúcuta se dieron un espacio para dialogar sobre las estrategias que han empleado para promover el acceso a la educación como un derecho consagrado constitucionalmente, la igualdad de trato y la convivencia social y para hacer de la escuela un espacio de cohesión social.
Pablo Silva, rector de la Institución Educativa Misael Pastrana Borrero; Óscar Aldana, de la Institución Educativa Julio Pérez Ferrero; Pablo Rincón, del Colegio Club de Leones; Jesús Maldonado, de la Institución Educativa Simón Bolívar; Elías Alfonso Ardila, del Colegio Carlos Pérez Escalante y Pedro Pezzotti, de la Institución Educativa San Francisco de Sales participaron en el Conversatorio Juntos en el aula de clases.
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El espacio de disertación fue impulsado por el proyecto Integra de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID en asocio con el Diario La Opinión en el marco del convenio Estoy en la frontera de Cúcuta: una apuesta por la integración.
El secretario de Educación municipal, Luis Eduardo Royero, manifestó que son muchos los rectores y líderes de las instituciones educativas que han sido ejemplo positivo de cómo trabajar por la integración.
“Ellos han tenido que solventar muchas vicisitudes para enfrentar un fenómeno que no estaba en el radar educativo, que no estaba dentro de las estrategias, que no estaba en ningún manual de administración educativo y ellos han tenido que diseñar estas estrategias, junto a sus equipos, y en muchos casos entregar o dar aportes a la política nacional para que esta tuviera algún sentido”.
La directora del diario, Estefanía Colmenares, señaló cómo desde el periódico y a través de la página web Estoy en la Frontera se han venido liderando estrategias comunicativas para cambiar las narrativas negativas que puedan existir sobre la migración venezolana, al tiempo que Margarita Saenz, líder del componente de Comunicaciones y Cohesión Social del Proyecto Integra de USAID, explicó las razones por las cuales esta organización le apuesta a trabajar en pro de la integración en Colombia.
Primer panel
El primer panel ‘Regularización, permanencia y pendularidad de estudiantes migrantes: Retos para el sistema educativo en Cúcuta’ fue moderado por Sharin Hernández, decana de la Facultad de ciencias económicas administrativas y contables de la Universidad Libre de Cúcuta.
En este encuentro, el rector Pablo Silva habló sobre cómo han logrado la permanencia de los 800 estudiantes venezolanos que están dentro de los salones del Misael Pastrana Borrero. Esta cifra es la mitad de su matrícula total.
“El ejercicio del derecho a la educación de estos niños está garantizado por la existencia del PAE (Programa de Alimentación Escolar) y del transporte escolar, ambos programas financiados por el Estado colombiano. Los 800 niños se desplazan todos los días desde sus casas en Venezuela hasta la institución educativa, y en estos años hemos podido promover bachilleres que se encuentran ya en las universidades colombianas, y esto nos da gran satisfacción”, dice el profesor Silva.
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Señaló que con el apoyo del municipio han logrado superar barreras de regularización, alimentación, transporte y demás.
El rector Óscar Aldana señaló que desde las rectorías de los colegios se ha brindado el acceso y la permanencia a los estudiantes venezolanos, junto con el acompañamiento de las diferentes agencias de cooperación internacional.
Precisó que los mecanismos de inclusión y políticas públicas nacionales y locales han permitido a los colegios la vinculación efectiva. “Por ejemplo, los niños al llegar reportan que estudiaron un grado en Venezuela, pero no tienen los documentos para certificar estos grados, entonces la secretaria aprobó la aplicación de pruebas diagnósticas para poder posicionarlos en el grado que corresponde”, dice.
Por su parte, el rector Pablo Rincón reveló un reto que se les viene presentando últimamente, no solo con los estudiantes venezolanos, sino también con los colombianos, y es que muchos de los alumnos están migrando nuevamente hacia los Estados Unidos, Chile y países de Europa.
Segundo espacio
‘La institución educativa como espacio de cohesión social’ fue el segundo espacio de conversación, moderado por Margarita Saenz del Proyecto Integra de USAID.
En este intercambio, el rector Jesús Maldonado explicó cómo en el colegio Simón Bolívar han logrado la vinculación de la población yukpa de la Serranía de Perijá asentada en El Escobal.
Detalló que tuvieron que hacer un trabajo arduo con los caciques para que se permitiera que los niños fuesen a las aulas de clase, así como formar a los docentes en diferentes competencias para la atención de estas poblaciones.
Elías Alfonso Ardila, otro de los rectores que participó de este conversatorio, precisó que para lograr que los niños se integren al sistema educativo colombiano han tenido que vincular a los acudientes en las actividades del colegio. “Hay una vinculación del padre de familia con la institución y cuando tenemos eventos los hacemos partícipes, así como en las escuelas de padres”, refiere.
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El rector Pedro Pezzotti señaló que en el San Francisco de Sales el fenómeno de movilidad humana del venezolano ha sido una oportunidad para el colegio.
Dice que la educación en este sentido de la migración debe ser humanizada, es decir, humanizar los deberes y funciones de quienes tienen el deber de enseñar y participar en los procesos de inclusión de los estudiantes venezolanos.
Para los líderes de las entidades educativas, los retos con la población migrante venezolana, desde la escuela, han pasado no solo por adaptar contenidos curriculares, regularización y permanencia, sino también por esa necesidad de que dentro de las aulas de clases se logre la integración social a través del desarrollo de habilidades para la vida y su socialización.
Para esto, han tenido que trabajar en la trayectoria vital de los estudiantes venezolanos, los cuales han dejado sus raíces, promoviendo un diálogo entre su pasado y su presente, permitiéndoles desarrollar estrategias concretas en favor de la construcción de su proyecto de vida en un nuevo contexto social de frontera.
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