Sus lágrimas tras el descenso del Cúcuta Deportivo en 2013, luego de perder la extinta Promoción con Fortaleza (2-1), en una llave en la que pudo marcar, Mauricio Duarte se adentró en el corazón de la hinchada del rojinegro, que, como en toda su historia, alienta de manera especial al jugador de la región.
A sus 29 años, el lateral izquierdo con buena proyección al ataque y excelsa calidad para cobrar tiros libres a borde de área, vivirá su tercera experiencia en el fútbol colombiano para vestir la camiseta del Deportivo Pasto, equipo que hoy dirige Flabio Torres, quien fuera técnico del rojinegro por unos partidos en el segundo semestre de 2015.
‘Mao’ quien debutó en el rojinegro en 2011 vistió la camisa del motilón en una primera fase hasta 2016, en la que para su infortunio, sufrió lesiones que lo alejaron de las canchas en 2014 (fue capitán en algunos encuentros) y cuando regresó al campo en 2015, en el cuadrangular de ascenso, volvió a sufrir otra que lo privó de continuar por ese año.
En su primer año siendo parte de plantilla profesional dejó claro que una de sus fortalezas era la pelota quieta: marcó de tiro libre, en 2012, ante Boyacá Chicó por la Copa Colombia.
En 2016 regresó a competencias y aunque hubo interés por el Atlético Huila de contratarlo, no fue posible.
Su primera salida del ‘glorioso’ fue en 2017 cuando fichó por el Cortulúa, al que viajó con Diego Chica, compañero en la campaña de 2016 en el rojinegro.
Tan solo seis meses duró el jugador para regresar al motilón bajo las ordenes de Flavio Robatto, en una campaña en la que el Cúcuta volvía al General Santander tras jugar seis meses en Zipaquirá.
Su consolidación fue lográndose aunque en aquella campaña el objetivo de regresar a primera división no terminaría cumpliéndose.
Tras la llegada de Lucas Pusineri en 2018, Mao quien lucía el dorsal 27, no soltó la titularidad y, en esa maravillosa campaña en la que se concretó el ascenso, pudo firmar dos golazos de tiro libre ante Atlético de Cali y Real Santander.
Pero sus buenas actuaciones no quedarían solo en la B. Llegado 2019, Duarte demostró que estaba listo para dar el salto al exterior.
Asistía, cumplía tácticamente, corrigió sus defectos defensivos y hasta pudo marcar cinco anotaciones. Ante Huila, tanto que celebró con una máscara de Spiderman en dedicatoria a su hijo; ante Medellín de volea en el último minuto para empatar; de tiro libre frente a Alianza Petrolera; de primera intención ante Envigado y contra Millonarios.
Aguantando los incumplimientos salariales de José Augusto Cadena, Duarte confesó que esperaba la primera opción para salir de la institución en 2020.
Aunque todo indicaba que iba a continuar con el club, para su buena fortuna, desde el sur del continente preguntaron por él.
Defensa y Justicia de Argentina, equipo que era dirigido por el histórico Hernán Crespo, lo fichó por un año y medio.
Con los auriverdes de Varela pudo tan solo jugar dos partidos por Superliga Argentina y dos de Copa Libertadores ante Olimpia de Paraguay y Delfín de Ecuador, juego en el que padeció la rotura del menisco de la pierna izquierda.
A pesar de estar alejado de las canchas y no poder sumar más minutos, el lateral terminó consagrándose campeón de la Copa Sudamericana 2020.
Su equipo, además, sumaría el título de Recopa Sudamericana, al vencer a Palmeiras.
El cucuteño venía entrenándose en la cancha del 20 de julio durante el último mes, esperando que su representante, el exjugador argentino Ever Zarate, consiguiera un equipo. Su nueva aventura será en el sur del país con el Deportivo Pasto.
"Que mi Dios nos bendiga y nos proteja. Feliz de todo esto. Vamos que vamos", escribió en sus redes el lateral.