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Cúcuta
Adultos mayores crean manualidades con material reciclable
Todos forman parte de la Asociación 'El Abuelo Educa'
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Deicy Sifontes
Deicy Sifontes
Miércoles, 17 de Noviembre de 2021

Hace 5 años, la señora Tirsa Melgarejo en compañía de su hija Sonia Melgarejo decidieron crear una asociación para adultos mayores en el sector de La Libertad, con el objetivo de integrar a esta población y demostrarles que, la edad es solo un número, pues aun con muchos años y canas encima, siguen siendo útiles para la sociedad.

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A punto de cumplir 79 años, la señora Tirsa ejerce como presidenta de la Asociación “El Abuelo Educa”, en la cual los adultos mayores se convierten en verdaderos artistas, pues a través de la creatividad e ingenio, convierten el plástico, el cartón, el papel periódico, vidrio, latas, entre otros materiales reciclables en artesanías.

Fabrican lámparas, floreros, pesebres, collares, árboles de navidad, cuadros, cofres, esculturas, faroles y muchos más elementos que exhiben en una vitrina en la casa de la señora Tirsa, lugar donde se reúnen todas las tardes para crear sus productos.

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“Iniciamos con 20 adultos y a la fecha ya hay 130 y están llegando más. Empezamos con las uñas prácticamente, porque nosotros queríamos hacer manualidades, entonces salíamos en la tarde a conseguir piedras, chamizos, cartones, todo lo que encontrábamos y algo nos inventábamos”, explicó la señora Tirsa.

Para ella, la edad es solo un número en la cédula, pues considera que, a pesar de los años, es importante mantenerse activos y, sobre todo, “no dejarse vencer”.

“Uno sirve así esté viejo, desde que uno se pueda levantar y mover, uno se siente útil. Nos reunimos todas las tardes y pasamos un rato agradable y es bonito compartir con los abuelos y sentirnos como cuando éramos niños que nos sentíamos felices”, agregó.

Hace un año desafortunadamente perdió a su esposo quien era su mano derecha en todo, sin embargo, a través de la asociación ha logrado recuperarse y encontrar en las manualidades un alivio para su pena.

“No podemos dejar que nos digan que ya no servimos para nada, porque sí servimos, mucho más que la juventud. A medida que va pasando el tiempo como que la inteligencia va aumentando y uno se da cuenta que, sí se pueden hacer estos trabajos, cualquier cosita que uno haga es útil”, expresó la señora Tirsa.

 

Dejar huella

Sonia López Melgarejo, hija de la señora Tirsa es actualmente la representante legal de la Asociación “El Abuelo Educa”.

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Ella explica que, el anhelo de crear esta fundación también nació de la necesidad de ver que, aunque en el sector hay más lugares que dicen trabajar en pro de los adultos mayores, en algunas ocasiones lo hacen solo para algún tipo de beneficio personal y no colectivo.

“Yo soy trabajadora social y mi anhelo es dejar huella y mi carrera nos invita es a eso, a marcar la diferencia en el territorio donde vivimos que es lo que nos hace falta en nuestro país y que mejor que hacerlo por las personas que nos han aportado tanto a nuestra vida como lo son los adultos mayores”, dijo Sonia.

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López reconoce que todo lo que es hoy en día es gracias a sus abuelos, pues ellos le enseñaron que cuando algo se dañaba, se reparaba, por lo que, cuando pensó en el nombre de la asociación, “quería demostrarle al mundo que el abuelo hasta el último día de su vida nos da enseñanzas y es lo que he querido plasmar”.

Manifiesta que, actualmente no cuentan con apoyo de ninguna entidad pública ni privada, situación que a veces los pone en aprietos, pues deben sacar de sus propios recursos para poder comprar las pinturas, pinceles, pegantes entre otros materiales que necesitan para decorar los productos que hacen los abuelos.

“Yo he gestionado, les digo que tengo Cámara de Comercio, tengo un folder de todo lo que ofrecemos, pero de las entidades gubernamentales no hemos recibido apoyo. Gracias a amigos que apadrinan a mis adultos mayores, he tratado de cada dos o tres meses irles dando mercados a los abuelos para ayudarlos”, mencionó Sonia.

Comenta que muchos adultos están sufriendo de depresión, porque en los hogares solo los utilizan para cuidar las mascotas, los nietos o regar las plantas, pero no los tienen en cuenta para más nada.

Situación que les afectó mucho más en pandemia, sobre todo a aquellos que viven solos porque tienen a sus familiares lejos o porque los han abandonado.

Sonia precisó que muchas personas llegan a la asociación pensando que allí pueden dejar a los adultos internados, pero aclaró que ella no está de acuerdo con eso.

 

Proceso

Para crear las manualidades, los adultos mayores que tienen celular se guían a través de vídeos en YouTube o en las diferentes redes sociales, pero también reciben orientaciones por parte de Sonia o la señora Tirsa de los productos que pueden elaborar dependiendo de los materiales que tengan.

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“Aquí ellos vienen a demostrar las capacidades artesanales que tienen. Yo no les enseño, ellos a mí me han enseñado mucho y ese es el regalo más grande que yo tengo”, agregó Sonia.

Asimismo, cuentan con un grupo a través de WhatsApp en donde comparten ideas de diseños y nuevos productos que pueden elaborar para vender en la asociación.

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Cuando un producto es vendido, este dinero se le entrega directamente al adulto mayor que lo hizo o se divide entre quienes ayudaron a elaborarlo.

“Los abuelos tienen mucha creatividad, tanto hombres como mujeres. Todas las tardes hay un compartir, pero hay días en los que nos dedicamos no a hacer manualidades, sino a hablar, contar historias, a desahogarse y en mi profesión pues los escucho. Si usted no tiene nada material que darle a un abuelo, dele tiempo, escúchelos”, indicó Sonia.

Contó que una vez fue a una casa a visitar a un adulto mayor, pero  "encontré a una abuela en un estado bastante depresivo, entonces llamé a una nieta y puse en alerta a la familia, pero hay abuelitos que no tienen familias y ahorita tengo algunos que han perdido seres queridos, entonces esta terapia sirve para que ellos se desahoguen”, expresó Sonia.

Quienes deseen apoyar a la asociación, lo pueden hacer donando diferentes materiales reciclables, así como pinturas, tijeras, colbón, cabuyas, colores, pinceles, cintas para decorar, brochas, silicona, escarcha, entre otros.

Los encuentran en Facebook como: El Abuelo Educa Cucuta y en Instagram como @elabueloeduca. También se pueden comunicar a través del contacto 321 4618829 o dirigirse a la calle 11#19-22 del barrio  Vallesther.

 

Experiencias 

Con 57 años, Deyanira Pérez es una de las personas que forma parte de la asociación desde hace tres años.

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“Mi madre estuvo aquí y a raíz de ella veníamos a traerla y pues nos fuimos quedando. Pero después de la muerte de mi mamá, la de mi nona y mi hermano me he deprimido bastante, pero estar aquí me ha hecho sentir mejor porque echamos bromas, compartimos y todos son muy agradables”, dijo la señora Deyanira.

Asegura que siempre le ha gustado hacer manualidades, por lo que las actividades en la asociación son de todo su agrado.

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“Me gusta dibujar, armar, reparar. Le doy un consejo a las familias para que cuiden a los abuelos, porque ellos dieron todo por nosotros y no los podemos abandonar, tenemos que ayudarlos a que también salgan adelante”, mencionó.

Por su parte, Beatriz Vera forma parte de la asociación desde hace 4 años.

“Ha sido maravilloso, siempre ha sido una asociación de puertas abiertas y las manualidades nos ayudan mucho. Queremos compartir lo que aprendemos, lo que sabemos, aprendemos de los compañeros”, precisó la señora “Betty”.

A sus 63 años se siente como una persona activa y creativa, pues siempre se mantiene ocupada haciendo las manualidades.

“Yo busco vídeos y voy anotando para que no se me olvide y vamos buscando los materiales y los vamos haciendo y poco a poco uno ve los resultados”, sostuvo.

Hace un llamado a las entidades para que los ayuden y compartan con ellos, pero sobre   todo para  “que no los olviden”.

Por último, el señor Jesús María Durán con 55 años de edad comenta que llegó a la asociación porque su mamá también forma parte de ella. 

"Como por la edad a uno no le dan trabajo constante en las empresas, pues yo vengo y les ayudo, me siento bien. Llevo 3 años acá y me siento útil", dijo. 

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