El evento que mueve multitudes y reúne a millones de aficionados frente a los televisores, también es uno de los momentos más esperados por los coleccionistas, personas que disfrutan del fútbol, no por sus goles, sino por los objetos que le dan grandeza al espectáculo y terminan siendo parte de la historia.
Pero hay un interés en particular que se comparte en todo el mundo y Cúcuta, una ciudad apasionada y amante de este deporte, no es la excepción, pues la locura por las figuritas, estampas, cromos o monas, como algunas personas les suelen llamar, ha traspasado fronteras, idiomas y continentes.
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Miguel Puerto, hermano de Néstor Orlando Puerto, el Mono, como se le conocía en las canchas, expuntero izquierdo del Cúcuta Deportivo de mediados de los 60 y 70, recordado por los hinchas motilones por ser el primer jugador en marcar un gol olímpico en el estadio General Santander (la noche del 12 de mayo de 1971) se ha caracterizado durante las últimas tres décadas por dedicarse, durante algunos meses en los años mundialistas, al negocio de las láminas de Panini.
Para la edición de Catar 2022, Puerto invirtió su dinero en la compra de 550 álbumes y más de 30 cajas llenas de sobres que compró al por mayor a finales de agosto, cuando salió a la venta de forma oficial para el país.
Su metodología es fácil, se basa en abrir todos los paquetes, ordenar las estampas, separar aquellas que pueden significar un valor agregado para los aficionados, acomodarlas en mesas de maderas improvisadas ubicadas sobre la avenida 5 entre las calles 10 y 9 del centro de la ciudad y espera a que “se haga la magia”.
“Cuando iniciamos con este negocio, Maradona le daba su segunda copa a la Argentina; pueden pasar los años, pero la gente invierte su dinero en esto, no importa si cada edición es más costosa que la anterior”, dice Miguel, mientras que, con figuras en mano, le mostraba a una curiosa, los jugadores que tenía disponible en el momento para vender o intercambiar.
Junto a su hijo Jean Carlos y su hermano Jorge, la familia Puerto es la encargada de ayudar a aquellos aficionados que recorren esta calle con un solo objetivo, rellenar los 638 espacios que tiene el librillo de este año, incluidos 50 stickers especiales y, por primera vez, estará circulando ediciones extra de stickers Panini: Stickers Panini Extra.
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“Tratamos de ser correctos y hacer un buen trato con los clientes, los jugadores los vendemos por 800 pesos, los logos (escudos)en 2.000 y los especiales como los de Messi y Cristiano Ronaldo rondan entre los 10 a 15 mil pesos, ya que esta edición será el último Mundial que jugarán”, exclamó.
Según cálculos de expertos internacionales, para que un coleccionista pueda encontrarse con la imagen de la Pulga deberá abrir un promedio de 128 sobres, sin mencionar que aquellas personas que tienen repetida esta imagen, no desean intercambiarla y eso genera que la figura escasee y crezca su demanda.
“Es lo más cerca que estamos de un Mundial”
Jorge Luis Restrepo, comerciante de calzado, en sus tiempos libres le ayuda a Daniel, su hijo de 15 años, a completar el álbum que iniciaron hace un mes y aunque ya llevan 2 ediciones seguidas completándolos, es la primera experiencia que comparten sin la participación de la Selección Colombia en el torneo internacional. Sin embargo, esto no ha sido motivo para desfallecer en su maratónica tarea.
“Cada vez es más difícil completar el libro, aunque es una actividad que nos une como familia, el bolsillo siente ese peso, pasamos de pagar por el sobre de láminas $1.200 en el 2014 (Mundial de Brasil) y $2.100 en el 2018 (Mundial de Rusia) a $3.500 este año, pero bueno, es lo más cerca que estaremos de Catar y lo intentaremos hasta el final”, resaltó Restrepo.
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Mientras tanto, Juan David Cárdenas, vendedor de una empresa de telecomunicaciones, cuando finaliza su jornada de trabajo, se acerca a uno de los centros comerciales de la ciudad a esperar a otros fanáticos, que como él, se dedican a intercambiar las figuras repetidas.
“Es más rentable comprar un sobre, utilizar las láminas que aún faltan y las que ya se tienen, la intercambiamos con otras personas, de esta forma no se pierde dinero y se mantiene esa tradición de desgarrar el sobre y dejarse sorprender por lo que hay adentro”, comentó Cárdenas mientras sacaba un puñado de figuras listo para intercambio.
Lina María Bolívar Sánchez, gerente comercial de Panini para Colombia, en una rueda de prensa señaló que “la expectativa era muy positiva antes de salir a la venta a pesar de estar en un año pospandemia, ya que Panini está inmerso en la cultura de los colombianos”.
Por otro lado, sostuvo que “obviamente se siente la ausencia de Colombia en el Mundial, pero no ha sido algo realmente impactante. En 2014 fuimos el tercer país con mayores ventas, y de cara al inicio del Mundial de Catar las cifras son positivas y estamos seguros que seguirán en alza cuando ruede el balón”.
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