"Sobran las palabras para describir al hombre cuando por sus ideas las cumbres son superadas, los abismos rebasados, los cielos conquistados, los océanos atravesados y los desiertos cultivados. Así es como el intelecto abre paso al conocimiento y a la razón.” Anónimo.
La reciente partida y la ausencia física de Carlos Corredor Pereira en la Universidad Simón Bolívar, supone una sentida orfandad para la comunidad estudiantil, el cuerpo de profesores y de administrativos. Aparte de su jovial manera de ser, el bogotano que se hizo ciudadano del mundo y que Cúcuta adoptó en poco tiempo, dejó una valiosa herencia en materia de investigación y su aplicación en el contexto local, regional y nacional.
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Esa vocación innata por el continuo y acertado cuestionamiento, así como por la promoción de la ciencia que eran parte de su personalidad, la describió Adalberto Sánchez de la Escuela de Ciencias Básicas de la Universidad del Valle en un nostálgico escrito: “Recuerdo como si fuera ayer su entrada en el auditorio del edificio de Microbiología en el campus de San Fernando, por allá en el año 1986, para exponer magistralmente ante nuestras mentes su modelo de membrana celular, denominado ‘Feria de Cali’.”
No era para menos. El solo nombre de su modelo de membrana celular permite entender cómo el maestro Corredor hacía tránsito de lo complicado que resulta el acervo científico, a lo sencillo y fácil de comprender la ciencia. Con esa disposición, fue nombrado en el 2017 para asumir la vicerrectoría de la sede de la Unisimón en Cúcuta.
Le respaldaban sus estudios de Química y Biología en Estados Unidos, que se conjugaban en un doctorado en Bioquímica Médica en la Universidad de Duke (Carolina del Norte) y su regreso a Colombia para ser docente en la Universidad del Valle, donde fue director de posgrado en la Facultad de Medicina y vicerrector de Investigaciones; en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, fue director de Posgrados y decano de la Facultad de Ciencias y prestó su saber en la Universidad de San Buenaventura sede Cartagena, antes de llegar a la Unisimón en Cúcuta.
En Barranquilla se desempeñó como asesor de la Vicerrectoría Académica, director del Departamento de Ciencias Básicas, director de la Maestría en Genética y fue el fundador y primer decano de la Facultad de Ciencias Básicas y Biomédicas. Además, por sus sendas cualidades y extensa formación, fue seleccionado como miembro de la Sala General.
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Valmore José Bermúdez Pirela, director de Investigación e Innovación de la Unisimón sede Cúcuta, quien llegó casi simultáneamente a la Institución de Educación Superior con Corredor, expresó que “ambos nos encontramos con una investigación incipiente; ya se venía realizando desde hace unos quince años, pero eran procesos no consolidados”, medición dada por productos tangibles, publicaciones de capítulos de libros y papers (refiriéndose a artículos científicos).
Así, el primer gran trabajo del profesor Corredor fue asumir el reto de incrementar el número de publicaciones científicas en la sede Cúcuta, que para el momento de su llegada, no eran más de quince papers al año frente a muchos capítulos de libros, lo que generó un proceso de cambio en la cultura de la publicación científica, referente a los productos de nuevo conocimiento, en el cual el estándar internacional es la publicación en revistas científicas indexadas en bases de datos como WOS o Scopus.
Con esta meta, la vicerrectoría de Investigación empezó a financiar la publicación de manuscritos científicos en revistas y su traducción al idioma inglés científico, lo que condujo a que en los últimos cuatro años se pasara de quince artículos científicos en revistas indexadas a cincuenta, luego a setenta, después a ochenta y en lo máximo, se llegó a ochenta y nueve, en un año.
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Otro cambio importante del liderazgo del vicerrector fue la revisión de las líneas de investigación de los programas de pregrado, posgrado y grupos de investigación.
“La universidad tiene que contribuir a satisfacer las necesidades aún no satisfechas de la población y para eso tiene la obligación de producir conocimiento básico, aplicarlo para resolver los problemas reales de la sociedad, crear la tecnología que se requerirá en el futuro y que creará empleo y ayudará a crear las condiciones para que las regiones, y su suma que es el país mismo, tengan los más altos estándares de competitividad que nos permitan conquistar nuevos mercados en el extranjero". Carlos Corredor Pereira (Q.E.P.D.).
El director de Investigación e Innovación señaló que otra gran propuesta en el ámbito investigativo de la Unisimón, bajo la orientación de Carlos Corredor, se dio en la Facultad de Ingenierías, iniciado con el ya tradicional programa académico de Ingeniería de Sistemas. Al crear nuevas carreras profesionales como las ingenierías Industrial y Multimedia, surgió la necesidad de crear nuevas líneas de investigación.
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El “vice” dejó su semilla a futuro en el principio de lo que significa la ciencia, dada su experiencia como profesor y académico.
Para él era muy importante que en la universidad hubiese políticas claras de investigación y cómo debían desarrollarse las líneas y los productos de investigación, tomando como referencia los problemas estructurales de Norte de Santander y el estudio de lo propio para generar soluciones que incluso, pudieran impactar sobre las políticas públicas.
“Desde la filosofía de la ciencia, el vicerrector tenía claro cómo se debe investigar”, afirmó Bermúdez Pirela, tanto en aspectos éticos como metodológicos, sentir que transmitió hacia el interior de la Universidad y fuera de ella en el programa de radio Unisimón al aire, en los días dedicados a este tema: los “viernes de ciencia”.
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Fue el viernes 3 de abril de 2020 cuando iniciaron sus intervenciones en La Voz del Norte 1040 A.M., justo unas semanas después de que el mundo se estremeciera ante la poco conocida COVID – 19, por ello, este tema ocupó los primeros viernes de ciencia y poco a poco enriqueció el discurso para hablar sobre el virus, divulgar los avances, factores de riesgo, mitos y realidades, tratamientos y finalmente, lo que representó la esperanza más anhelada de los últimos años de la humanidad: la llegada de la vacuna.
El maestro Corredor, según Adalberto Sánchez, quien fuera su alumno, “tuvo la habilidad de hacer sencillo lo complejo y contradecir con argumentos las sosas descripciones de los textos ortodoxos.”
Otros de los tópicos que trató eran un vaivén de fascinantes conversaciones entre la astrología y astronomía como una transición de lo mitológico a lo científico; Galileo Galilei, su desavenencia con la religión y sus aportes a la ciencia; el origen y evolución del Universo; las dinámicas evolutivas de las civilizaciones en el planeta Tierra; RNA, DNA y su relación con el origen de la vida; las leyes termodinámicas y su relación con la evolución de la vida y la realidad actual desde los conceptos de cambio, evolución y tiempo.
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Las causas y factores de riesgo de enfermedades como la diabetes, la obesidad y la enfermedad de la glándula tiroidea, también ocuparon la parrilla de programación. Su voz se escuchó por última vez en la emisora con “la microbiota: nuestros amigos invisibles”, un especial de varios capítulos en el que describía, con la asombrosa claridad que lo caracterizaba, la importancia de la comunidad de microorganismos vivos que habitan el cuerpo humano con los que no sería posible la vida en su ausencia.
Carlos Corredor Pereira fue el creador (y él mismo dictó) el Curso de Universitología a los profesores de la Universidad Simón Bolívar, presentando un completo análisis de la universidad como una institución milenaria que se ha venido transformando a través del tiempo, respondiendo a las condiciones políticas, sociales, religiosas y económicas de la sociedad. Además, articuló el proyecto ´Hombre Culto´, una apuesta a la formación de una nueva generación de profesionales desde el área de Humanidades y la Cátedra Bolivariana de la Institución de Educación Superior.
No solo su espíritu innovador queda en la Unisimón, también gran parte de su biblioteca personal, que fue donada a la universidad por su esposa Cristina Arbeláez Ospina y sus hijos Andrés Felipe y María Claudia, justo cuando se conmemoró el Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor, permitiendo que la memoria del gran hombre de ciencia, líder, esposo y amigo siga siendo fuente de conocimiento, inspiración y sabiduría a través de las páginas que cobran vida cuando alguien las repase.
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Este miércoles 11 de mayo se cumple un mes del sentido fallecimiento de Carlos Corredor Pereira. La Universidad Simón Bolívar le hará un homenaje a las 8:00 de la mañana en la sede 1 de la Institución de Educación Superior, en aras de inmortalizar la memoria del gran hombre que dejó un invaluable legado para la eternidad.
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