Más de dos décadas llevan los residentes del barrio Benjamín Herrera y Portachuelo lidiando con los olores pestilentes provocados por los vertimientos de aguas negras y cúmulos de basura que emanan del canal de aguas lluvia que atraviesa ambos sectores.
Pese a la ubicación estratégica de estos lugares que comunican con la Universidad Libre, el Coliseo Menor Eustorgio Colmenares Baptista e instalaciones pertenecientes a la Policía Nacional, las autoridades municipales han dejado en el abandono el mantenimiento de este canal.
Esta situación ha generado indignación en ambas comunidades, pues el canal está completamente tapado y se ha convertido en un botadero de basura.
“La comunidad lleva años solicitando canalizar el canal, sin embargo, no se ha realizado ninguna intervención. Hay empozamiento de aguas, montañas de basura y escombros, es una situación deplorable que atenta contra nuestra salud y nadie hace algo al respecto”, mencionó José Morales, residente del barrio Benjamín Herrera.
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Además, la ausencia de un mantenimiento ha permitido que crezcan árboles y maleza, generando una percepción de inseguridad en la zona.
Según Camilo Molinares, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) del barrio Portachuelo, existe una tutela que indica que el canal debía recibir mantenimiento cada tres meses, sin embargo, ningún ente ha realizado una intervención.
Otro problema
Con el paso del tiempo, el estado de este canal que nace en el aeropuerto Camilo Daza y atraviesa los barrios las Américas, Pizarro, Sevilla, Portachuelo y llega al canal Bogotá, se ha convertido en un dolor de cabeza, pues existe un vertimiento de aguas negras que queda estancado entre la cantidad de escombros que hay en el lugar.
Varios de sus habitantes, aseguraron que durante la temporada de lluvias, los alcantarillados rebosan, provocando que las aguas servidas lleguen a depositarse en el canal de lluvias y el olor es completamente insoportable.
Por otro lado, a los alrededores de este lugar se encuentran más de 80 viviendas que están siendo afectadas directamente por esta problemática.
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“Los días de lluvia son los peores, desde Las Américas bajan todas las aguas residuales y se empozan en el canal, eso ha provocado que la gente se enferme” comentó un vecino del lugar que pidió mantener su identidad en el anonimato.
La comunidad les está exigiendo a las autoridades competentes que intervengan y canalicen el canal para mitigar la contaminación ambiental que se presenta y que atenta contra la tranquilidad y salud de los habitantes.
Esto se debe a que en años anteriores se realizó una intervención de dragado, pero no resultó de manera efectiva, pues, nuevamente el lugar volvió a convertirse en foco de contaminación.
Autoridades responden
Ante este panorama, La Opinión consultó con la secretaría de Infraestructura sobre la situación y conoció que el despacho, en articulación con la secretaría de Gestión del Riesgo, ha planteado realizar nuevamente un dragado en el lugar.
Asimismo, la entidad aseveró que se está solicitando una intervención de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado (EIS), por el vertimiento de aguas negras que existe en el canal.
No obstante, Diego Morales, gerente de la EIS, dijo que “Aguas Kpital es el responsable de la red de alcantarillado. Si hay vertimientos se tiene que identificar si son desagües ilegales o si es alguna tubería rota y realizar la intervención correspondiente”.
Ante estas respuestas, las comunidades se han preguntado, ¿por qué aún no existe un plan de canalización en este sector?
La empresa de Aguas Kpital , por su parte, dio a conocer que tras una inspección en el terreno no se observó vertimientos de aguas residuales, por el contrario, aseguró que se trata de aguas lluvias estancadas por la falta de canalización.
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