Son las 11:18 de la noche y en la cámara 21, que vigila la glorieta del CAI Industrial, en la zona Industrial de Cúcuta, ocurre un accidente.

En el pavimento queda tendido un motorizado. Sufre contusiones y laceraciones múltiples. La moto queda varios metros lejos del herido y el chofer del bus involucrado no suelta por unos segundos el volante.  

Del bus descienden algunos pasajeros para ver el estado de salud del herido. El accidente congestiona el tráfico y en solo 3 minutos hace presencia la Policía de Tránsito, para atender el caso.

A 5 kilómetros del lugar el capitán Leonidas Basto, jefe de  una pequeña división con unos 30 policías conocida como la sala de Telemática, verifica lo que está pasando en tiempo real, usando cámaras de seguridad instaladas recientemente para la seguridad de Cúcuta.

En la sala de control del Comando de Policía San Mateo, la misma que estrenaron el 12 de diciembre el presidente Juan Manuel Santos; el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo y el exalcalde de Cúcuta, Donamaris Ramírez, hoy se sientan policías que no le quitan la mirada a las cámaras de seguridad de toda la ciudad.

Por radio,  las unidades policiales adscritas al CAI Industrial, dicen que el conductor del bus comprometido les habla en tono descortés. Reniega contra los policías.

Poco después, desde las cámaras de seguridad, se aprecia cuando el conductor del bus agrede a un patrullero,  que  se disponía a desarrollar el procedimiento y diligencia de tránsito en el lugar de los hechos.

Esta reacción violenta, sumado a las pruebas de video que se captaron desde la oficina de vigilancia por cámaras de seguridad, permitió a las autoridades tener las pruebas para judicializar por ataque a servidor público al conductor del bus.

Como este, todos los días son varios los casos que gracias al uso de las cámaras, gozan de piso jurídico para la resolución de hechos violentos y la captura de personas involucradas en ventas de droga, extorsiones, atracos y otros delitos.

Comenta Basto, que a mediados de octubre de 2015, gracias al apoyo de una cámara de video en el centro de Cúcuta, el equipo de telemática de la Policía logró grabar el momento exacto en que un comerciante era extorsionado.

Dice el capitán Basto, que sin el apoyo de las cámaras de seguridad muchos delitos no se hubieran podido resolver, claramente, por falta de pruebas.  

De enero a diciembre de 2015,  la Policía Metropolitana atendió 149 casos gracias al acompañamiento de cámaras de seguridad. Los delitos que más representaron capturas a través de las videocámaras fueron el porte de estupefacientes (57), la incautación de armas blancas (36) y capturas en flagrancia (30).  

Entre las capturas más curiosas, la Policía Metropolitana ha logrado, mediante cámaras, sancionar con el comparendo ambiental a un volquetero que pretendía arrojar escombros en la laguna El Chircal, en el sector de San Luis, uno de los patrimonios hídricos de Cúcuta.

Señala el oficial, que en los últimos 3 años las autoridades han ido usando las cámaras con mayor efectividad, aumentando el número de resultados positivos hasta en un 100%. De 54 cámaras de seguridad, Cúcuta pasó a tener 309, llegando a zonas desprotegidas como Atalaya, La Libertad, El Aeropuerto, entre otros puntos neurálgicos para la seguridad.

De hecho, todas las entradas y salidas del municipio están siendo monitoreadas día y noche.  La mayoría de persecuciones con cámaras se han dado de día o finalizando la tarde, comentó.