Es lunes e imagine comenzar el día con una sensación de ansiedad en el estómago, sabiendo que lo esperan reuniones, plazos imposibles y una bandeja de entrada de correos electrónicos que nunca se vacía. Aunque intentó dormir, no entiende qué le mantiene desmotivado y físicamente cansado. Esta es la realidad diaria de muchas personas.

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Se denomina estrés laboral y de hecho escaló hace pocos años a considerarse como una enfermedad profesional por la Organización Mundial de la Salud (OMS), conocido como síndrome de “burnout” o síndrome del trabajador quemado o fundido. Es un problema psicológico que no sólo afecta la productividad, sino que desgasta la salud física, impactando en las relaciones personales y la calidad de vida de quien la padece.

Según el profesor de la Universidad de Brasilia, Mauricio Robayo Tamayo, licenciado en Psicología, quien tiene interés en  investigar temas relacionados con el “burnout”, la percepción del apoyo organizacional, afrontamiento en el trabajo, bienestar, psicología positiva en el trabajo y en formación profesional y validación de medidas, el estrés laboral es un problema que no sólo afecta la salud del trabajador y las finanzas del empleador, sino que pone en riesgo la sostenibilidad misma del sistema productivo.  

El licenciado, quien fue ponente en la conferencia en Salud Mental en el Trabajo: Reflexiones a partir de la Perspectiva de la Sostenibilidad, en el marco del VII Congreso Internacional  de Innovación e Intervención Psicológica, evento organizado por la Universidad Simón Bolívar, dijo que su idea es reflexionar acerca de la salud mental en el trabajo, pero estableciendo algunas relaciones sobre la sostenibilidad y cómo podemos, a partir de las organizaciones, encontrar algunos mecanismos o inclusive, identificar otras esferas de la sociedad que puedan movilizarse o contribuir para que asuntos como la salud mental y el bienestar en el ambiente laboral tengan alternativa de ser dirigidos en una dirección de la sostenibilidad.

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En Colombia la tendencia en el estrés laboral sigue siendo alta. De hecho, en el 2022, el 57% de los trabajadores manifestaron afecciones de este tipo, de una población de 23 millones de personas. Esto significó que más de 13 millones de trabajadores se sintieron afectados por este problema, la tasa más alta de América Latina, incluso, superando la media a nivel global.

De acuerdo con un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en Colombia se estima que uno de cada cinco empleados padece estrés y fatiga.

Actualmente la legislación colombiana intenta ponerse a tono con las recomendaciones y estándares internacionales sobre el trabajo, es por ello por lo que con la Ley 2101 de 2021 se ordenó la reducción progresiva de la jornada de trabajo semanal de 48 a 42 horas en los próximos años.

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Los colombianos que trabajan en la formalidad dedican en promedio 2.392 horas, también han implementado varias leyes y regulaciones para abordar este problema creciente. La Ley 1616 de 2013 y la Resolución 2646 de 2008 son esfuerzos importantes para promover la salud mental y regular los riesgos psicosociales en el trabajo. Sin embargo, la clave para superar este desafío radica en la legislación y en la acción concreta dentro de las empresas.

“Necesitamos encontrar ambientes laborales que sean seguros, saludables. Necesitamos organizaciones que entiendan que la salud mental debe ser una inversión que va a beneficiar, no sólo a los funcionarios, ya que ellos se van a sentir mucho mejor, sino los resultados obtenidos seguramente sean más interesantes”, añadió Robayo. 

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Es vital que los empleadores tomen medidas proactivas para crear un ambiente laboral saludable. Esto incluye programas de bienestar, apoyo psicológico y la promoción de un equilibrio entre la vida laboral y personal. Porque al final del día, un trabajador sano y feliz es un trabajador productivo.

El estrés laboral es una epidemia silenciosa. Deben existir mecanismos que ayuden a que se lidie con la situación, inclusive con la contribución y la disposición de la misma organización en el sentido de encontrar alternativas de solución.

La salud mental es un asunto que debe ser divulgado, discutido, así como lo es en otros ambientes. Muchas veces lo que se necesita son cambios en el contexto laboral, pero eso se exige una conciencia y una disposición de las organizaciones en ese aspecto.

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