Ayer, usuarios de Medimás indignados por las obstrucciones y retrasos de la Entidad Promotora de Salud (EPS) para atender las cirugías de sus hijos, formalizaron una protesta pacífica por medio de un plantón en las afueras de la sede ubicada en la avenida 0 con calle quinta del barrio Lleras, en Cúcuta. 

A Sebastián, de 15 años, se le detectó un tumor en su brazo izquierdo desde principios del 2020. Al inicio se trataba de una pequeña masa, explicó Rocío Yánez, madre del menor, pero fue imposible hacer el proceso de cirugía por el inicio de la pandemia. 

“Estuve mucho tiempo intentando conciliar citas médicas, pero estaba la excusa de la COVID-19 para verlo de forma presencial. Al iniciar este año se comenzó a reactivar el sector de la salud, sin embargo, me demoraban hasta tres meses para cada valoración. Llevo un mes con la solicitud del médico como urgente y prioritaria, pero sigo en espera”, dijo Yáñez.

A la fecha, el joven no puede hacer sus actividades diarias sin las molestias de su brazo. Pasó de 26 centímetros de diámetro el año pasado, a 70 centímetros en este año, siendo imposible para Sebastián volver a practicar fútbol o baloncesto, como lo hacía antes de que apareciera el tumor en su brazo.

Su condición es crítica, y debido al irregular tamaño de la masa, lo que antes era una cirugía normal de extracción y valoración, ahora es una cirugía ortopédica oncológica pediátrica de cuarto nivel, una especialidad de salud que no existe en Cúcuta.

Otro de los casos es el de Samara, una niña de dos años que tiene quistes en crecimiento acelerado obstruyendo la garganta y el cuello. Los incisos fueron detectados hace varios meses, y según la madre, Tatiana Rigau, Medimás ha dilatado el proceso, pues los padres cuentan con procedimientos quirúrgicos ordenados por sus médicos tratantes. 

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La respuesta de la EPS, según Rigau, fue pasar nuevamente a consulta con un otorrinolaringólogo y comenzar el proceso otra vez. “Como padres, vivimos con la incertidumbre de que en cualquier momento nuestra hija deje de respirar, ya no puede pasar sólidos, se alimenta a base de líquidos y comidas blandas”, manifestó Rigau.

Por su parte, Valeria Sofía, la última niña por la cual estaban protestando, tiene seis años y presenta quistes en su oído y quijada. Su madre ha acudido tanto a Medimás como al Hospital Universitario Erasmo Meoz para proceder con la cirugía aprobada por un cirujano pediátrico, pero ninguna entidad ha respondido. 

“Medimás nos manda de un lado a otro, primero a buscar autorización en el hospital y del hospital nos mandan para acá de nuevo. El gerente debería ponerse la mano en el corazón, si él también es padre sé que nos entendería”, dijo Luisana Moreno, madre de Valeria Sofía.

La empresa prestadora de servicios, respondió a La Opinión por medio de un comunicado, que para las niñas Samara y Valeria, se gestionaron las citas, los traslados y demás servicios que se necesitan para la atención integral de los pacientes hoy en diálogos con las madres.

Respecto al caso de Sebastián, se garantizó la cita para el menor a través de la Clínica San Rafael, en la ciudad de Pereira, con fecha del 27 de agosto. Paulatinamente, Medimás avanza la gestión que garantice la atención en el Hospital de La Misericordia en Bogotá, dijo.

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